Fue un buen semestre. Estoy contenta del grupo, en general veo muy buenas perspectivas. Sigan trabajando. El camino no es fácil, lo importante es que disfruten lo que hacen.
Chicos, su opinión es importante. Para mi y la escuela también. Entren a la página de la universidad ucentral.cl y luego a ucen21 y opinen del curso. Si quieren que sigamos juntos, quien sabe si con su opinión es posible hacen urbanismos superiores.
Me llevo feliz, lo mejor de ustedes. Espero haya sido mutuo.
lunes, 23 de junio de 2008
lunes, 16 de junio de 2008
Última clase
Nos juntaremos en la plaza Camilo Mori en Bellavista. Lleven material para análisis en el formato 1/8 (el de siempre) y materiales para croquear, esquemas, valorización. Nos juntaremos a las 10. Recuerden que es el trabajo con mayor ponderación en el semestre.
miércoles, 11 de junio de 2008
La imagen de la ciudad no es solo visual. Hay memoria, experiencia, olores, movimiento. Cada uno genera su propia imagen mental de las partes de la ciudad. La imagen individual se complementa con las de los ciudadanos. Un mapa de impresiones colectivas constituye la imagen de ciudad.
Elementos básicos para la construcción de la imagen mental de ciudad.
Viales: Rutas principales y secundarias de circulación. Red de vías. Es un entramado de viales para la ciudad.
Distritos: Una ciudad se integra por sus vecindarios componentes. Su centro, parte alta, media, áreas residenciales, zonas fabriles, etc.
Bordes: Linderos de distritos. Algunos no diferenciados desaparecen paulatinamente.
Hitos: Rasgos visuales prominentes. Puntos destacados. Elementos importantes de la forma urbana dando orientación.
Nodos: Centro de actividad. Se distingue del hito en virtud de su función activa.
Forma territorial y naturaleza
Las características del terreno donde se asienta una ciudad son determinantes de su forma.
La topografía constituye rasgos paisajísticos que pueden ser utilizados activamente como emplazamientos o de manera pasiva como vistas.
Las características de la flora resultan determinantes en condiciones para intenciones determinadas como sombras, ritmo, ornamentación.
Clima: Define carácter y configuración del paisaje y construcciones.. Temperaturas extremas deben ser atenuadas a través de la forma arquitectónica y urbana.
Luminosidad: N° de días claros y cubiertos. Condiciones de luz afecta apariencia de la ciudad.
Precipitaciones: Cantidad de lluvia o nieve.
Vientos: Vientos dominantes en las estaciones. Dirección e intensidad.
Forma
Radiocéntrica: Amplio círculo con corredores radiales.
Rectilinea: Dos corredores de intenso desarrollo cruzándose en el centro. Se da en pequeñas ciudades.
Estrella: Configuración radiocéntrica con espacios abiertos entre corredores en proyección.
Anillo: Ciudad constituida alrededor de gran espacio abierto.
Lineal: Resultado de la topografía que restringe el crecimiento o resultado de una espina de transporte.
Ramificación: Espina lineal con brazos conectados.
Malla: Dilatada zona urbana con articulaciones pequeñas.
Malla articulada acentuada por una o más agrupaciones centrales y subagregadas.
Constelación: Serie de ciudades de parecidas dimensiones y de inmediata proximidad.
Satélite: Constelación de ciudades alrededor de un centro principal.
Tamaño y densidad
Extensión física: Kilómetros de amplitud.
Desde el N° de habitantes: determinará densidad.
Densidad: Hab/Km2 ó Viv/Há ó por Km2, superficie edificada en una sección dada o por población automovilística.
La densidad funciona mejor ejecutándose en sectores separados.
Trama, granulado, textura.
Las ciudades americanas en gran parte tienen forma rectilínea. Calles y bloques circulares constituyen otro tipo de trama. Otra la constituye un sistema de calles sin salida. El modelo es la geometría formada por las rutas, espacios abiertos y edificios.
Granulado es el grado de finura o tosquedad de una zona urbana. La textura es el grado de combinación de los elementos sutiles y groseros. Una zona urbana con pequeñas viviendas tiene un granulado fino y textura uniforme. Con viviendas pequeñas sobre solares de distintos tamaños existe un granulado fino con textura irregular.
Se usan para evaluar la forma de una zona y la toma de decisiones respecto a su tratamiento de diseño.
Espacios urbanos y espacios libres
Los espacios de la ciudad van desde la calle al sistema de parques y al vasto espacio en que se enclava la ciudad. Formal o espacio urbano modelado por fachadas de edificios natural o espacio abierto que representa la naturaleza introducida en la ciudad y alrededor de ella.
Un espacio urbano se distingue por su cerramiento, calidad de su detallado tratamiento, equipamiento, actividad. Pueden ser corredores lineales.
Una estructura espacial es una ordenación de este tipo a la escala de la ciudad. En los espacios abiertos la escala se determina por los árboles, arbustos, piedras, superficie de suelo, etc.
Rutas
Paisaje, arquitectura y ciudades son vistas como secuencia cuando nos movemos. Las rutas de movimiento afectan el aspecto del paisaje. Son determinados en la forma urbana. Las rutas de acceso a la ciudad generan una relación con ella como elemento revelador de su claridad de forma y dirección. Deben haber relaciones físicas con las zonas a las que preste servicio. Definir zonas, integrándolas.
Rutas a través del campo abierto: Deben relacionarse con el entorno natural. Aprovechar vistas. Introducción de elementos generando interés visual.
Rutas de acceso y arterias superficiales: Deben satisfacer la exigencia visual de presentar la arquitectura y la ciudad posibilitando encontrar fácilmente nuestro destino. Las rutas principales que cruzan la ciudad son las arterias superficiales. Claridad de forma. Relación con el paisaje urbano.
Calles locales
Movimiento de vehículos y peatones no estén en conflicto. Seguridad. Tráfico local o de paso. Puede ser reconfugurado? Pequeñas calles pueden ser protegidas del tráfico de paso? Relación con el tamaño de distrito.
Distritos
Barrios, sectores, vecindarios, zonas. Poseen rasgos característicos dominantes. La imagen de la ciudad se basa en la sistematización de esas partes.
La trama de los distritos se relaciona con la trama de las rutas. Las dimensiones pueden determinarse por la naturaleza de las rutas internas a su servicio. Sus características se basan en dos elementos: forma física y actividad visible.
Anatomía de un distrito
Forma: Forma y estructura en tres dimensiones. Densidad y carácter de edificios. Separación. Zona verde. Uniformidad y variedad del conjunto. Es seccionable.
Actividad: Qué hace allí el habitante. Que servicio presta la arquitectura. Cambio de actividad según la hora. Aspectos perjudiciales.
Rasgos característicos: Centros, nodos hitos, vistas. Principales imanes generadores y conductores.
Viales: Cuales son la principales vías de movimiento. De que manera prestan servicio. Como se conectan a la red principal. Como se determinan los límites físicos.
Centros: Papel cívico simbólico. Espacios singulares. Forman parte integrales de las zonas circundantes.
Cambio: Cómo evoluciona. Dirección e crecimiento.
Estructura de actividad: Espacios vitales, de trabajo, comerciales, de paso, descanso, recreativos enseñanza. La densidad topográfica y rutas de transporte afectan la estructura de la actividad urbana. Una zona de alta densidad poseerá una zona de comercio alcanzable a pie. No así una de baja densidad.
Orientación: Lógica en la ordenación e su anatomía.
Elementos básicos para la construcción de la imagen mental de ciudad.
Viales: Rutas principales y secundarias de circulación. Red de vías. Es un entramado de viales para la ciudad.
Distritos: Una ciudad se integra por sus vecindarios componentes. Su centro, parte alta, media, áreas residenciales, zonas fabriles, etc.
Bordes: Linderos de distritos. Algunos no diferenciados desaparecen paulatinamente.
Hitos: Rasgos visuales prominentes. Puntos destacados. Elementos importantes de la forma urbana dando orientación.
Nodos: Centro de actividad. Se distingue del hito en virtud de su función activa.
Forma territorial y naturaleza
Las características del terreno donde se asienta una ciudad son determinantes de su forma.
La topografía constituye rasgos paisajísticos que pueden ser utilizados activamente como emplazamientos o de manera pasiva como vistas.
Las características de la flora resultan determinantes en condiciones para intenciones determinadas como sombras, ritmo, ornamentación.
Clima: Define carácter y configuración del paisaje y construcciones.. Temperaturas extremas deben ser atenuadas a través de la forma arquitectónica y urbana.
Luminosidad: N° de días claros y cubiertos. Condiciones de luz afecta apariencia de la ciudad.
Precipitaciones: Cantidad de lluvia o nieve.
Vientos: Vientos dominantes en las estaciones. Dirección e intensidad.
Forma
Radiocéntrica: Amplio círculo con corredores radiales.
Rectilinea: Dos corredores de intenso desarrollo cruzándose en el centro. Se da en pequeñas ciudades.
Estrella: Configuración radiocéntrica con espacios abiertos entre corredores en proyección.
Anillo: Ciudad constituida alrededor de gran espacio abierto.
Lineal: Resultado de la topografía que restringe el crecimiento o resultado de una espina de transporte.
Ramificación: Espina lineal con brazos conectados.
Malla: Dilatada zona urbana con articulaciones pequeñas.
Malla articulada acentuada por una o más agrupaciones centrales y subagregadas.
Constelación: Serie de ciudades de parecidas dimensiones y de inmediata proximidad.
Satélite: Constelación de ciudades alrededor de un centro principal.
Tamaño y densidad
Extensión física: Kilómetros de amplitud.
Desde el N° de habitantes: determinará densidad.
Densidad: Hab/Km2 ó Viv/Há ó por Km2, superficie edificada en una sección dada o por población automovilística.
La densidad funciona mejor ejecutándose en sectores separados.
Trama, granulado, textura.
Las ciudades americanas en gran parte tienen forma rectilínea. Calles y bloques circulares constituyen otro tipo de trama. Otra la constituye un sistema de calles sin salida. El modelo es la geometría formada por las rutas, espacios abiertos y edificios.
Granulado es el grado de finura o tosquedad de una zona urbana. La textura es el grado de combinación de los elementos sutiles y groseros. Una zona urbana con pequeñas viviendas tiene un granulado fino y textura uniforme. Con viviendas pequeñas sobre solares de distintos tamaños existe un granulado fino con textura irregular.
Se usan para evaluar la forma de una zona y la toma de decisiones respecto a su tratamiento de diseño.
Espacios urbanos y espacios libres
Los espacios de la ciudad van desde la calle al sistema de parques y al vasto espacio en que se enclava la ciudad. Formal o espacio urbano modelado por fachadas de edificios natural o espacio abierto que representa la naturaleza introducida en la ciudad y alrededor de ella.
Un espacio urbano se distingue por su cerramiento, calidad de su detallado tratamiento, equipamiento, actividad. Pueden ser corredores lineales.
Una estructura espacial es una ordenación de este tipo a la escala de la ciudad. En los espacios abiertos la escala se determina por los árboles, arbustos, piedras, superficie de suelo, etc.
Rutas
Paisaje, arquitectura y ciudades son vistas como secuencia cuando nos movemos. Las rutas de movimiento afectan el aspecto del paisaje. Son determinados en la forma urbana. Las rutas de acceso a la ciudad generan una relación con ella como elemento revelador de su claridad de forma y dirección. Deben haber relaciones físicas con las zonas a las que preste servicio. Definir zonas, integrándolas.
Rutas a través del campo abierto: Deben relacionarse con el entorno natural. Aprovechar vistas. Introducción de elementos generando interés visual.
Rutas de acceso y arterias superficiales: Deben satisfacer la exigencia visual de presentar la arquitectura y la ciudad posibilitando encontrar fácilmente nuestro destino. Las rutas principales que cruzan la ciudad son las arterias superficiales. Claridad de forma. Relación con el paisaje urbano.
Calles locales
Movimiento de vehículos y peatones no estén en conflicto. Seguridad. Tráfico local o de paso. Puede ser reconfugurado? Pequeñas calles pueden ser protegidas del tráfico de paso? Relación con el tamaño de distrito.
Distritos
Barrios, sectores, vecindarios, zonas. Poseen rasgos característicos dominantes. La imagen de la ciudad se basa en la sistematización de esas partes.
La trama de los distritos se relaciona con la trama de las rutas. Las dimensiones pueden determinarse por la naturaleza de las rutas internas a su servicio. Sus características se basan en dos elementos: forma física y actividad visible.
Anatomía de un distrito
Forma: Forma y estructura en tres dimensiones. Densidad y carácter de edificios. Separación. Zona verde. Uniformidad y variedad del conjunto. Es seccionable.
Actividad: Qué hace allí el habitante. Que servicio presta la arquitectura. Cambio de actividad según la hora. Aspectos perjudiciales.
Rasgos característicos: Centros, nodos hitos, vistas. Principales imanes generadores y conductores.
Viales: Cuales son la principales vías de movimiento. De que manera prestan servicio. Como se conectan a la red principal. Como se determinan los límites físicos.
Centros: Papel cívico simbólico. Espacios singulares. Forman parte integrales de las zonas circundantes.
Cambio: Cómo evoluciona. Dirección e crecimiento.
Estructura de actividad: Espacios vitales, de trabajo, comerciales, de paso, descanso, recreativos enseñanza. La densidad topográfica y rutas de transporte afectan la estructura de la actividad urbana. Una zona de alta densidad poseerá una zona de comercio alcanzable a pie. No así una de baja densidad.
Orientación: Lógica en la ordenación e su anatomía.
martes, 3 de junio de 2008
La proporción en el diseño urbano
Una escala es cualquier sistema de medida apropiado para nosotros y para aquello que pretendemos medir. Un litro es una cantidad de líquido que podemos levantar con un brazo extendido sobre la mesa del comedor. Un acre es la cantidad de terreno que un hombe puede arar en un día. En el sistema inglés, el cuerpo humano es la base de medición (pies, yardas, pulgadas, pulgar)
Módulo: Proporción relativa. Un diseño basado en un módulo se integra por elementos que tienen lugar a intervalos regulares. Un módulo puede estar relacionado con las dimensiones humanas o no. Los arquitectos góticos, al igual que los griegos, utilizaron módulos basados en las dimensiones humanas. Los arquitectos renacentistas utilizaron módulos basados en proporciones abstractas. Las dimensiones de hoy se basan en la tecnología y exigencias para su manipulación y transporte.
Proporción: Disposición de cosas en contacto con otras y con individuos. Los edificios y sus componentes están armoniosamente relacionados entre sí y con los elementos humanos.
En un diseño urbano la proporción se refiere también a que una ciudad y sus partes están interconexas y relacionadas asimismo con los individuos y con su capacidad de comprender sus entornos. DE sentirse como en su sitio dentro del ambiente.
En nuestra época, ha habido un sistema de medida que ha unido la escala y el módulo. Este es el modulor de Le Corbusier. Un sistema que convierte al hombre en la medida dentro de un sistema de armonía rítmica y elegante proporción. Puede ser aplicado a una ciudad como a un edificio. Las dimensiones no se limitan a las capacidades físicas sino se ordenan por la capacidad de comprensión humana.
Podemos emplear los principios de la proporción para crear impresiones diferentes de extensión e importancia en un edificio o en el escenario de una ciudad dando un sentido de grandeza a una plaza pequeña o un sentido de intimidad a una extensa. El alcance de los efectos de la proporción se extiende desde la escala íntima de nuestro mundo, hasta el universo de la escala monumental. La íntima es sencilla. La monumental crea uno de ambos efectos: Nos ennoblece, nos eleva o nos domina, oprime y abruma con grandeza avasalladora.
Proporción y visión
Nuestros ojos poseen un campo general y un campo detallado de visión. El campo general contempla formas generales. El segundo, detalles de los objetos. El campo general alcanza 30° hacia arriba, 45° hacia abajo y 65° a ambos lados. El campo detallado es un cono estrecho interior al otro cono. Mide un ángulo de un minuto (la uña del pulgar vista a distancia del brazo extendido). Como nuestros ojos tienen conos superpuestos de visión horizontal, podemos ver el entorno de las verticales situadas junto al punto de vista. No podemos ver un objeto alejado 3500 veces su tamaño.
Una persona que diste entre 0.9 y 3 metros, se encuentra en estrecha relación con nosotros, siendo 2,5 metros una distancia normal de conversación. Los espacios íntimos de una ciudad son no mayores de 25m. El espacio urbano no sobrepasa los 140m. En las vistas monumentales mayores de 1200m no intervienen los elementos humanos.
Escala y circulación
La proporción de nuestras ciudades también se determina por los medios que utilizamos para movernos. La escala de la ciudad en cuanto a su accesibilidad se ha expandido enormemente. Determinada en otro tiempo por los carruajes, luego por los tranvías (que permite tener los primeros suburbios) la escala de accesibilidad en las ciudades modernas es ahora mayor que en cualquier otra época. Y también su congestión. Todas las formas de transporte ayudan a determinar la proporción de movimiento o circulación en la ciudad. La extensión de ciudad cuya utilización resulta de difícil acceso. Nuestros pies persisten como uno de los mejores sistemas y uno de los determinantes esenciales de la escala humana. Cuando caminamos Somos libres para detenernos, girar, acelerar o retardar. Ir hacia la derecha o izquierda o cambiar de paso. De lograr contacto con los lugares por donde pasamos. Las limitaciones a la escala del paso a pie son la distancia y la velocidad. Esta escala determina la extensión de las principales agrupaciones y centros de actividad en una ciudad. La extensión de las zonas comerciales centrales alcanza aquello que permite la escala del recorrido a pie.
Radios de transporte público y automovilísticos descubren zonas mayores de recorrido manteniéndose estrechamente unidas con las zonas peatonales. La zona peatonal en sí, se mantiene como el enclave básico para el diseño urbano.
La escala de los edificios
Los edificios y espacios no solo deben mantener una escala con relación a los individuos, sino que han de conservarla también en sí. Una torre gigantesca en medio de una hilera de casas de carácter íntimo, queda fuera de escala. Una enorme plaza rodeada de edificios diminutos estará fuera de proporción. Si tiene lugar una variación en el recorrido urbano, se produce un acento en el panorama de la ciudad. Pero tales acentos deben ser intencionados. La escala en tanto elemento de compatibilidad como de medida humana.
La escala y las dimensiones del vecindario
El vecindario puede soportar un pequeño centro con comercio parvulario y colegio. Existen diversas variantes posibles en este tema general de diseño. Estos vecindarios han de tomarse como módulos para el diseño urbano.
A las zonas residenciales se les proporciona la necesaria articulación, así como centros focales, proyectándolas como vecindarios, villas, comunidades, etc. Los puntos focales incluirían los servicios comunes del vecindario, con los espacios ce trabajo. Se convertirían en parques los espacios abiertos. Los enclaves céntricos podrían diseñarse mediante la aplicación de los principios de la escala peatonal.
Escala y parámetros
Lo constituye objetos familiares a cuyo tamaño nos hemos acostumbrado. Un edificio que conocemos bien, autos árboles, ventanas, puentes. Por ellos deducimos las dimensiones de las cosas que se encuentran junto a ellos. Son parámetros que funcionan como referencia.
Módulo: Proporción relativa. Un diseño basado en un módulo se integra por elementos que tienen lugar a intervalos regulares. Un módulo puede estar relacionado con las dimensiones humanas o no. Los arquitectos góticos, al igual que los griegos, utilizaron módulos basados en las dimensiones humanas. Los arquitectos renacentistas utilizaron módulos basados en proporciones abstractas. Las dimensiones de hoy se basan en la tecnología y exigencias para su manipulación y transporte.
Proporción: Disposición de cosas en contacto con otras y con individuos. Los edificios y sus componentes están armoniosamente relacionados entre sí y con los elementos humanos.
En un diseño urbano la proporción se refiere también a que una ciudad y sus partes están interconexas y relacionadas asimismo con los individuos y con su capacidad de comprender sus entornos. DE sentirse como en su sitio dentro del ambiente.
En nuestra época, ha habido un sistema de medida que ha unido la escala y el módulo. Este es el modulor de Le Corbusier. Un sistema que convierte al hombre en la medida dentro de un sistema de armonía rítmica y elegante proporción. Puede ser aplicado a una ciudad como a un edificio. Las dimensiones no se limitan a las capacidades físicas sino se ordenan por la capacidad de comprensión humana.
Podemos emplear los principios de la proporción para crear impresiones diferentes de extensión e importancia en un edificio o en el escenario de una ciudad dando un sentido de grandeza a una plaza pequeña o un sentido de intimidad a una extensa. El alcance de los efectos de la proporción se extiende desde la escala íntima de nuestro mundo, hasta el universo de la escala monumental. La íntima es sencilla. La monumental crea uno de ambos efectos: Nos ennoblece, nos eleva o nos domina, oprime y abruma con grandeza avasalladora.
Proporción y visión
Nuestros ojos poseen un campo general y un campo detallado de visión. El campo general contempla formas generales. El segundo, detalles de los objetos. El campo general alcanza 30° hacia arriba, 45° hacia abajo y 65° a ambos lados. El campo detallado es un cono estrecho interior al otro cono. Mide un ángulo de un minuto (la uña del pulgar vista a distancia del brazo extendido). Como nuestros ojos tienen conos superpuestos de visión horizontal, podemos ver el entorno de las verticales situadas junto al punto de vista. No podemos ver un objeto alejado 3500 veces su tamaño.
Una persona que diste entre 0.9 y 3 metros, se encuentra en estrecha relación con nosotros, siendo 2,5 metros una distancia normal de conversación. Los espacios íntimos de una ciudad son no mayores de 25m. El espacio urbano no sobrepasa los 140m. En las vistas monumentales mayores de 1200m no intervienen los elementos humanos.
Escala y circulación
La proporción de nuestras ciudades también se determina por los medios que utilizamos para movernos. La escala de la ciudad en cuanto a su accesibilidad se ha expandido enormemente. Determinada en otro tiempo por los carruajes, luego por los tranvías (que permite tener los primeros suburbios) la escala de accesibilidad en las ciudades modernas es ahora mayor que en cualquier otra época. Y también su congestión. Todas las formas de transporte ayudan a determinar la proporción de movimiento o circulación en la ciudad. La extensión de ciudad cuya utilización resulta de difícil acceso. Nuestros pies persisten como uno de los mejores sistemas y uno de los determinantes esenciales de la escala humana. Cuando caminamos Somos libres para detenernos, girar, acelerar o retardar. Ir hacia la derecha o izquierda o cambiar de paso. De lograr contacto con los lugares por donde pasamos. Las limitaciones a la escala del paso a pie son la distancia y la velocidad. Esta escala determina la extensión de las principales agrupaciones y centros de actividad en una ciudad. La extensión de las zonas comerciales centrales alcanza aquello que permite la escala del recorrido a pie.
Radios de transporte público y automovilísticos descubren zonas mayores de recorrido manteniéndose estrechamente unidas con las zonas peatonales. La zona peatonal en sí, se mantiene como el enclave básico para el diseño urbano.
La escala de los edificios
Los edificios y espacios no solo deben mantener una escala con relación a los individuos, sino que han de conservarla también en sí. Una torre gigantesca en medio de una hilera de casas de carácter íntimo, queda fuera de escala. Una enorme plaza rodeada de edificios diminutos estará fuera de proporción. Si tiene lugar una variación en el recorrido urbano, se produce un acento en el panorama de la ciudad. Pero tales acentos deben ser intencionados. La escala en tanto elemento de compatibilidad como de medida humana.
La escala y las dimensiones del vecindario
El vecindario puede soportar un pequeño centro con comercio parvulario y colegio. Existen diversas variantes posibles en este tema general de diseño. Estos vecindarios han de tomarse como módulos para el diseño urbano.
A las zonas residenciales se les proporciona la necesaria articulación, así como centros focales, proyectándolas como vecindarios, villas, comunidades, etc. Los puntos focales incluirían los servicios comunes del vecindario, con los espacios ce trabajo. Se convertirían en parques los espacios abiertos. Los enclaves céntricos podrían diseñarse mediante la aplicación de los principios de la escala peatonal.
Escala y parámetros
Lo constituye objetos familiares a cuyo tamaño nos hemos acostumbrado. Un edificio que conocemos bien, autos árboles, ventanas, puentes. Por ellos deducimos las dimensiones de las cosas que se encuentran junto a ellos. Son parámetros que funcionan como referencia.
lunes, 2 de junio de 2008
El espacio urbano
El orden planimétrico y la experiencia del espacio
La ciudad constituye una experiencia a través del uso del espacio
Nuestra mente por necesidad instintiva de comprensión, seleciona y elabora cierto tipo de imágenes simplificadas o códigos.
Código: Abstracción de una situación compleja que ordena y genera una asociación mental de algunos elementos estableciendo imágenes y relaciones que respondan a nuestra necesidad de uso y comprensión del entorno.
Elaboración de un mapa mental
Primer elemento de formación de la imagen: Juego de lleno y vacío
Situación o imagen tipo: Código espacial.
Lynch: Una imagen clara nos permite el uso fácil del entorno. Un marco general de referencia.
Sentido de seguridad emocional. Relación armoniosa entre sí mismo y el mundo exterior.
La comprensión del espacio urbano exige la consideración de todo tipo de espacio intermedio entre edificios.
Su definición geométrica depende de la disposición de las fachadas de las casas.
La plaza: Es la primera creación humana de un espacio urbano. Resulta de la agrupación de casas alrededor de un espacio libre. Dicha forma se convirtió muchas veces en portador de un contenido simbólico y se aplicó a la construcción de templos.
La calle: Organiza la distribución de terrenos. Comunica las parcelas. Genera ambiente de tráfico y rapidez. Pueden tanto hoy como ayer, aprovecharse como espacio vivible y de circulación. Forma parte de una estructura reticulada.
Funciones: Las actividades transcurren en zonas públicas y privadas. Se da una suerte de ritual social por el que se produce una identidad perfecta entre el individuo y la colectividad.
El espacio de la calle: En los barrios destinados a vivienda, el espacio de la calle es una zona pública de movimiento y de juego.
En la calle comercial, la separación entre peatón y circulación vehicular amenaza a aislar la zona peatonal. Se debe proteger al peatón de molestias por tráfico. Aquí se contraponen las necesidades de satisfacer el automóvil v/s el peatón.
Debe haber una escala adecuada para dominar ambas fachadas.
Lugar, Camino, trama, borde
La organización del espacio que nos rodea se constituye en nuestro universo interno a partir de hitos, coordenadas, jerarquías y límites propios.
Es el espacio que percibimos y habitamos
Nuestro espacio existencial y el cuerpo de edificios que lo envuelve y confronta con el espacio personal, debieran ser capaces de extender hacia afuera su orden interno, construyendo un mundo que fuera una ampliación de acuerdo con nuestro sentido de la propia personalidad.
El centro, el foco, el lugar
Comenzamos con la casa dedicada al cuerpo humano y como se accede a ella puede enviar mensajes y producir experiencias que aumenten su importancia como lugar.
Todo universo habitado comprendido dentro de determinados límites puede entenderse como una sintaxis de elementos llamados lugar, camino, trama, borde. En tanto dentro de los límites de la ciudad los distintos elementos aparecen dispuestos según un determinado orden con lo que aparecen también bordes o límites internos que nos permiten entender el lugar.
El lugar
Sus formas son las de un objeto dentro de un vacío. Un vacío excavado en un sólido, configuraciones compuestas por vacíos y sólidos.
Cueva: sala pública.
Espacio interior abierto al público
La principal característica de un lugar público es su capacidad de ser habitado por la comunidad ya sea porque se siente a gusto o porque se relaciona con otro tipo de habitantes.
El problema es cuando no pertenece a nadie, no son cómodos, sugerentes, seguros.
El camino
El que lleva de un lugar a otro
El que vuelve al lugar d donde parte
Puede seguir una línea recta, quebrada, curva, conjunto de curvas, segmentos curvos y rectos.
También pueden cruzarse. Una intersección puede ayudar a controlar el tiempo en recorrido. Una bifurcación exige una decisión. Una confluencia puede modificar la trayectoria pero no exige decisiones. Puede ascender o descender cobrando un nuevo sentido.
Nuevos matices se presentan cuando consideramos la diferencia entre el camino que recorre el cuerpo y la capacidad de la vista para abarcar el recorrido. Hay casos en que se pueden percibir lugares a los que no podemos acceder físicamente (escaleras sin salida de Escher)
En la columnata de Bernini que antecede a la Basílica de San Pedro en Roma, la vista percibe una gran intimidad mientras que los pies perciben otra (grandes distancias)
Claves visuales proporcionadas por las hileras cóncavas de columnas y por las estatuas que van siendo mayores a medida que nos acercamos pueden contradecir las claves hápticas.
En algunas calles puede aparecer algún hito sin que esto interrumpa el movimiento a lo largo de ellas. Puede dominar la dimensión vertical produciéndose el movimiento a través de una escalera o rampa.
El movimiento en automóvil aumenta el espectro de posibilidades pero sacrifica la flexibilidad direccional y reduce el contacto con el mundo que nos rodea.
Trama
La trama se compone de caminos y lugares. Lo que nos permite experimentarla es el sistema a través del cual tales elementos se interrelacionan.
Tramas hápticas: Las respuestas a cada situación aparecen sucesivamente sin referencia a un diseño conceptual. Calles irregulares sin una disposición especial.
Aptico geométrica: Zonas de la ciudad hápticas y zonas con una geometría propia
Radio concéntricas: Vías principales conducen desde el exterior al centro de la ciudad y vías secundarias de servicio a distintos barrios.
Retícula: trazado rectangular.
Borde
Límites de un determinado sector
Elementos naturales o creados por el ser humano tales como, en pequeña escala, fachadas, antepechos, murallas, aberturas, distorsiones, quiebres.
La ciudad constituye una experiencia a través del uso del espacio
Nuestra mente por necesidad instintiva de comprensión, seleciona y elabora cierto tipo de imágenes simplificadas o códigos.
Código: Abstracción de una situación compleja que ordena y genera una asociación mental de algunos elementos estableciendo imágenes y relaciones que respondan a nuestra necesidad de uso y comprensión del entorno.
Elaboración de un mapa mental
Primer elemento de formación de la imagen: Juego de lleno y vacío
Situación o imagen tipo: Código espacial.
Lynch: Una imagen clara nos permite el uso fácil del entorno. Un marco general de referencia.
Sentido de seguridad emocional. Relación armoniosa entre sí mismo y el mundo exterior.
La comprensión del espacio urbano exige la consideración de todo tipo de espacio intermedio entre edificios.
Su definición geométrica depende de la disposición de las fachadas de las casas.
La plaza: Es la primera creación humana de un espacio urbano. Resulta de la agrupación de casas alrededor de un espacio libre. Dicha forma se convirtió muchas veces en portador de un contenido simbólico y se aplicó a la construcción de templos.
La calle: Organiza la distribución de terrenos. Comunica las parcelas. Genera ambiente de tráfico y rapidez. Pueden tanto hoy como ayer, aprovecharse como espacio vivible y de circulación. Forma parte de una estructura reticulada.
Funciones: Las actividades transcurren en zonas públicas y privadas. Se da una suerte de ritual social por el que se produce una identidad perfecta entre el individuo y la colectividad.
El espacio de la calle: En los barrios destinados a vivienda, el espacio de la calle es una zona pública de movimiento y de juego.
En la calle comercial, la separación entre peatón y circulación vehicular amenaza a aislar la zona peatonal. Se debe proteger al peatón de molestias por tráfico. Aquí se contraponen las necesidades de satisfacer el automóvil v/s el peatón.
Debe haber una escala adecuada para dominar ambas fachadas.
Lugar, Camino, trama, borde
La organización del espacio que nos rodea se constituye en nuestro universo interno a partir de hitos, coordenadas, jerarquías y límites propios.
Es el espacio que percibimos y habitamos
Nuestro espacio existencial y el cuerpo de edificios que lo envuelve y confronta con el espacio personal, debieran ser capaces de extender hacia afuera su orden interno, construyendo un mundo que fuera una ampliación de acuerdo con nuestro sentido de la propia personalidad.
El centro, el foco, el lugar
Comenzamos con la casa dedicada al cuerpo humano y como se accede a ella puede enviar mensajes y producir experiencias que aumenten su importancia como lugar.
Todo universo habitado comprendido dentro de determinados límites puede entenderse como una sintaxis de elementos llamados lugar, camino, trama, borde. En tanto dentro de los límites de la ciudad los distintos elementos aparecen dispuestos según un determinado orden con lo que aparecen también bordes o límites internos que nos permiten entender el lugar.
El lugar
Sus formas son las de un objeto dentro de un vacío. Un vacío excavado en un sólido, configuraciones compuestas por vacíos y sólidos.
Cueva: sala pública.
Espacio interior abierto al público
La principal característica de un lugar público es su capacidad de ser habitado por la comunidad ya sea porque se siente a gusto o porque se relaciona con otro tipo de habitantes.
El problema es cuando no pertenece a nadie, no son cómodos, sugerentes, seguros.
El camino
El que lleva de un lugar a otro
El que vuelve al lugar d donde parte
Puede seguir una línea recta, quebrada, curva, conjunto de curvas, segmentos curvos y rectos.
También pueden cruzarse. Una intersección puede ayudar a controlar el tiempo en recorrido. Una bifurcación exige una decisión. Una confluencia puede modificar la trayectoria pero no exige decisiones. Puede ascender o descender cobrando un nuevo sentido.
Nuevos matices se presentan cuando consideramos la diferencia entre el camino que recorre el cuerpo y la capacidad de la vista para abarcar el recorrido. Hay casos en que se pueden percibir lugares a los que no podemos acceder físicamente (escaleras sin salida de Escher)
En la columnata de Bernini que antecede a la Basílica de San Pedro en Roma, la vista percibe una gran intimidad mientras que los pies perciben otra (grandes distancias)
Claves visuales proporcionadas por las hileras cóncavas de columnas y por las estatuas que van siendo mayores a medida que nos acercamos pueden contradecir las claves hápticas.
En algunas calles puede aparecer algún hito sin que esto interrumpa el movimiento a lo largo de ellas. Puede dominar la dimensión vertical produciéndose el movimiento a través de una escalera o rampa.
El movimiento en automóvil aumenta el espectro de posibilidades pero sacrifica la flexibilidad direccional y reduce el contacto con el mundo que nos rodea.
Trama
La trama se compone de caminos y lugares. Lo que nos permite experimentarla es el sistema a través del cual tales elementos se interrelacionan.
Tramas hápticas: Las respuestas a cada situación aparecen sucesivamente sin referencia a un diseño conceptual. Calles irregulares sin una disposición especial.
Aptico geométrica: Zonas de la ciudad hápticas y zonas con una geometría propia
Radio concéntricas: Vías principales conducen desde el exterior al centro de la ciudad y vías secundarias de servicio a distintos barrios.
Retícula: trazado rectangular.
Borde
Límites de un determinado sector
Elementos naturales o creados por el ser humano tales como, en pequeña escala, fachadas, antepechos, murallas, aberturas, distorsiones, quiebres.
martes, 22 de abril de 2008
Espacios exteriores. Formación del espacio exterior
• El espacio se forma por medio de un conjunto de relaciones que vinculan un objeto con el ser humano que lo percibe.
• Correspondencia por medio de la vista, olfato, oido y tacto.
• Espacio interior: Se delimita por tres planos; un suelo, una pared y un techo.
• La manera de como se dispongan los elementos, determiará la cualidad espacial.
• El espacio exterior, rodeado por su marco, desarrolla un orden centrípeto- espacio positivo.
• Se defina por dos planos: un suelo y una pared.
• Importancia del plano horizontal, relación de materiales y percepción a distancia.
• Naturaleza: Espacio centrífugo: espacio negativo.
• Factores a considerar: Altura de pared en relación a la del ojo humano.
• Factores climáticos.
• Iluminación.
• Espacio exterior: Espacio creado al delimitar la naturaleza. Espacio inverso: Casi inexistente diferenciación entre espacio interior y exterior salvo en la presencia o no, de una cubierta.
• Intensión en el diseño del espacio exterior: Diseño del espacio de edificios y diseño del que resta: espacio inverso.
• Espacio positvo y negativo
• Positivo: Existencia de fuerza centrípeta.
• Negativo: Exstencia de fuerza centrífuga.
• En la positividad espacial primero se determinan los límites y después se construye el orden interior hacia el centro. La negatividad implica un espacio falto de plnificación, un espacio resultante.
• Una obra arquitectónica aislada, tiende a ser escultórica o monumental y genera un espacio negativo. La existencia de otra obra próxima genera una fuerza que actua entre ellas.
• Al aumentar el número de elementos creando un conjunto, el espacio negativo se transfora en positivo.
• Espacio mixto: Se produce cuando interactuan los cuerpos, dejando entre ellos un espacio PN.
Escala
• Para ver un edificio en su totalidad en un ángulo de 27°, el observador debe estar a una distancia igual al doble de su altura, de este modo el edificio abarcaría por completo la visión de un observador.
• Si un observador pretende percibir un edificio como parte integrante de un conjunto, debe ser visto desde un ángulo de 18° (tres veces la distancia de la altura)
• Estos elementos entregan claves para el desarrollo de las relaciones d/h materializados en el diseño en la utilización de las proporciones.
• Cuando la relación d/h es mayor a 4, las relaciones comienzan a desvanecerse. Si es menor a 1, se experimenta una relación estrecha y aprisionada.
• La relación entre el sol, el ángulo de los rayos solares, inciden en esta relación de distancia.
• Esta relación escalar d/h es aplicable también a la interacción entre dos seres humanos.
Relación escalar en espacios exteriores
• En una plaza, el ideal, es una dimensión mínima igual a la altura de la construcción de mayor relevancia y máxima que no exceda al doble de esta.
• Debe haber una relación entre el espacio interior y exterior generando un diseño proporcionado. Se sugiere la relación entre 1:8 y 1:10 en el diseño de espacios exteriores de Yoshinobu Ashihara
• La escala regirá en el diseño del espacio interior y exterior, manteniendo la relación con el hombre
La escala en espacios exteriores se logra, en espacios extensos a través de los cambios de ritmo, texturas, niveles, etc. Igualmente en la fachada de los edificios.
Textura
• La textura cobra una gran importancia en la escala de los espacios exteriores, así como su relación con la distancia.
• Texturas en la cercanía generan un diseño interesante que en la lejanía podría no percibirse.
• Sobre texturas: Textura apreciable desde la cercanía se pierde para aparecer a la distancia una textura mayor desde la cual, la textura menor desvanece: textura de orden secundario.
• Correspondencia por medio de la vista, olfato, oido y tacto.
• Espacio interior: Se delimita por tres planos; un suelo, una pared y un techo.
• La manera de como se dispongan los elementos, determiará la cualidad espacial.
• El espacio exterior, rodeado por su marco, desarrolla un orden centrípeto- espacio positivo.
• Se defina por dos planos: un suelo y una pared.
• Importancia del plano horizontal, relación de materiales y percepción a distancia.
• Naturaleza: Espacio centrífugo: espacio negativo.
• Factores a considerar: Altura de pared en relación a la del ojo humano.
• Factores climáticos.
• Iluminación.
• Espacio exterior: Espacio creado al delimitar la naturaleza. Espacio inverso: Casi inexistente diferenciación entre espacio interior y exterior salvo en la presencia o no, de una cubierta.
• Intensión en el diseño del espacio exterior: Diseño del espacio de edificios y diseño del que resta: espacio inverso.
• Espacio positvo y negativo
• Positivo: Existencia de fuerza centrípeta.
• Negativo: Exstencia de fuerza centrífuga.
• En la positividad espacial primero se determinan los límites y después se construye el orden interior hacia el centro. La negatividad implica un espacio falto de plnificación, un espacio resultante.
• Una obra arquitectónica aislada, tiende a ser escultórica o monumental y genera un espacio negativo. La existencia de otra obra próxima genera una fuerza que actua entre ellas.
• Al aumentar el número de elementos creando un conjunto, el espacio negativo se transfora en positivo.
• Espacio mixto: Se produce cuando interactuan los cuerpos, dejando entre ellos un espacio PN.
Escala
• Para ver un edificio en su totalidad en un ángulo de 27°, el observador debe estar a una distancia igual al doble de su altura, de este modo el edificio abarcaría por completo la visión de un observador.
• Si un observador pretende percibir un edificio como parte integrante de un conjunto, debe ser visto desde un ángulo de 18° (tres veces la distancia de la altura)
• Estos elementos entregan claves para el desarrollo de las relaciones d/h materializados en el diseño en la utilización de las proporciones.
• Cuando la relación d/h es mayor a 4, las relaciones comienzan a desvanecerse. Si es menor a 1, se experimenta una relación estrecha y aprisionada.
• La relación entre el sol, el ángulo de los rayos solares, inciden en esta relación de distancia.
• Esta relación escalar d/h es aplicable también a la interacción entre dos seres humanos.
Relación escalar en espacios exteriores
• En una plaza, el ideal, es una dimensión mínima igual a la altura de la construcción de mayor relevancia y máxima que no exceda al doble de esta.
• Debe haber una relación entre el espacio interior y exterior generando un diseño proporcionado. Se sugiere la relación entre 1:8 y 1:10 en el diseño de espacios exteriores de Yoshinobu Ashihara
• La escala regirá en el diseño del espacio interior y exterior, manteniendo la relación con el hombre
La escala en espacios exteriores se logra, en espacios extensos a través de los cambios de ritmo, texturas, niveles, etc. Igualmente en la fachada de los edificios.
Textura
• La textura cobra una gran importancia en la escala de los espacios exteriores, así como su relación con la distancia.
• Texturas en la cercanía generan un diseño interesante que en la lejanía podría no percibirse.
• Sobre texturas: Textura apreciable desde la cercanía se pierde para aparecer a la distancia una textura mayor desde la cual, la textura menor desvanece: textura de orden secundario.
Clase 18 de Abril
Hicimos un recorrido que se inició en el acceso al cerro desde La calle Pio Nono. Se apreció y analizó una nueva mirada a la ciudad, desde la cual logramos entender ciertas estructuras de aquella. La configuración de la ciudad. El reconocimiento de hitos, escalas, bordes.
Se entregó la tarea de análisis y crítica de como el mobiliario y espacio en la vivienda reconoce una escala humana y funcionamiento acorde a la medida del hombre.
El análisis desde el Cerro San Cristóbal, se entrega la próxima clase, colgando sus trabajos al inicio de ella. Se analizarán y calificarán seguido del control programado para ese día, donde se evaluará toda la materia vista, más los textos de la unidad 2.
Se entregó la tarea de análisis y crítica de como el mobiliario y espacio en la vivienda reconoce una escala humana y funcionamiento acorde a la medida del hombre.
El análisis desde el Cerro San Cristóbal, se entrega la próxima clase, colgando sus trabajos al inicio de ella. Se analizarán y calificarán seguido del control programado para ese día, donde se evaluará toda la materia vista, más los textos de la unidad 2.
Sensación y percepción
Indice
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
2. Los órganos de los sentidos
3. La Sensación
4. La Percepción
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
6. Percepción Extrasensorial
7. Referencia Bibliográfica
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
Sensación
La sensación se refiere a experiencias inmediatas básicas, generadas por estímulos aislados simples (Matlin y Foley 1996). La sensación también se define en términos de la respuesta de los órganos de los sentidos frente a un estímulo (Feldman, 1999).
Percepción
La percepción incluye la interpretación de esas sensaciones, dándoles significado y organización (Matlin y Foley 1996). La organización, interpretación, análisis e integración de los estímulos, implica la actividad no sólo de nuestros órganos sensoriales, sino también de nuestro cerebro (Feldman, 1999).
Diferencias Entre Los Conceptos
Cuando un músico ejecuta una nota en el piano, sus características de volumen y tono son sensaciones. Si se escuchan las primeras cuatro notas y se reconoce que forman parte de una tonada en particular, se ha experimentado un proceso perceptivo. Las diferencias entre las categorías de sensación y percepción, no parecen muy claras, máxime si se considera que en ciertos casos un hecho ocurre a la par de otro —como se verá más adelante en esta guía—.
Se acepta generalmente que la sensación precede a la percepción y que esta es una diferencia funcional sencilla; en el proceso sensible se percibe un estímulo, como puede ser la alarma de una puerta, luego se analiza y compara –percepción– la información suministrada por ese estímulo y se resuelve si es necesario asumir una actitud alerta frente algún peligro o si simplemente es cuestión de apagar el dispositivo que accidentalmente accionó la alarma. Todo esto, aunque en esencia parece trivial, constituye el resultado de la acumulación de grandes volúmenes de información que se interrelaciona para llegar a una conclusión.
Percepción y cognición. Este ejemplo nos remite a considerar el otro límite aún más impreciso que existe entre la percepción y la cognición. Ésta última involucra la adquisición, el almacenamiento, la recuperación y el uso del conocimiento. En el ejemplo del músico, luego de la sensación del sonido, se percibe que se trata de notas musicales –sonidos diferenciados y articulados–, pero si esas notas nos llevan inmediatamente a tararear el “Oh libertad”, sabremos que se trata del himno de Antioquia y que debemos ponernos de pie para entonarlo; ahí se produce un proceso cognitivo puesto que se “rescató” una secuencia de recuerdos –himno, símbolo, respeto, ponerse de pie, entonar, etc.– que entrelazados a través de un esquema, influyeron en el despliegue de una conducta.
2. Los órganos de los sentidos
Conceptos, Anatomía Y Fisiología
A continuación se presenta un esbozo general de los órganos de los sentidos, sus partes y funciones. Considerando que en el curso de Neurofisiología se estudiaron con profundidad las principales tareas de transducción e intercomunicación nerviosa, sólo se hará una corta mención de los aspectos más esenciales de cada sentido, a fin de contextualizar los demás temas subsiguientes en esta guía.
La Visión
Sensación consciente producida por la luz, que permite apreciar los objetos y sus cualidades. Se distinguen dos tipos de visión, de acuerdo a las condiciones de luminosidad: escotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la oscuridad; fotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la luz.
Estructura y Función del Ojo. La función del sistema visual es transformar la energía electromagnética del estímulo visual en impulsos nerviosos, proceso que se conoce como transducción –término y proceso extensible a los demás sentidos–.
La forma redonda del globo ocular se mantiene por la presión de líquidos internos sobre la membrana externa blanca, denominada esclerótica. En la parte anterior del globo ocular se encuentra la córnea, membrana transparente que se une con la esclerótica y protuye ligeramente. La luz que proviene del exterior debe enfocare en la superficie posterior del globo ocular, y la córnea inicia este proceso.
Las células de la córnea reciben sus nutrientes y el oxígeno del humor acuoso. Este líquido llena la cámara anterior, que se encuentra inmediatamente detrás de la córnea.
La entrada de luz al ojo es regulada por un anillo de músculos pigmentados llamado iris. La pupila es una abertura en el centro del iris por la que pasa la información luminosa. El iris tiene dos clases de músculos, unos que lo contraen –cierran– y otros que lo dilatan –abren–. Cuando la luz es brillante, el iris se cierra y viceversa. En los humanos, la pupila es redonda, aunque en algunos otros animales puede ser como una línea vertical en la mayoría de casos.
El cristalino es un cuerpo esférico, transparente, localizado exactamente detrás de la pupila. Es ligeramente amarillento y se compone de una capa externa que contiene fibras organizadas como las capas de una cebolla. Luego de que la cornea desvía los rayos luminosos conforme entran al ojo, el cristalino completa esta tarea de enfocar las ondas luminosas sobre los fotorreceptores localizados en la parte posterior del ojo. Dado que el cristalino puede cambiar de forma, enfoca los rayos luminosos tanto de objetos cercanos como alejados por un proceso llamado acomodación.
El músculo ciliar rodea al cristalino y se fija a éste gracias a ligamentos delgados denominados zónulas de Zinn. Cuando se observa un objeto alejado (+6 m.), el músculo ciliar se relaja, lo que ocasiona que el músculo se expanda y jale las zónulas. En este estado el cristalino está estirado a su forma más plana, así que su refracción de la luz que entra al globo ocular se desviará menos. Cuando se observa un objeto cercano, el músculo ciliar se contrae, lo cual permite que el cristalino regrese a su forma natural.
Entre el cristalino y la retina se encuentra un compartimento llamado cámara posterior. La retina es la capa de receptores para la luz, o fotorreceptores, y de células nerviosas, que se localiza en la parte posterior del ojo. Los fotorreceptores –llamados conos y bastones– absorben rayos luminosos y los transforman en información que puede ser transmitida por las neuronas. La fóvea es la porción más delgada de la retina que produce la visión más clara. En el disco óptico, el nervio óptico abandona el ojo. El nervio óptico representa el haz de neuronas que lleva la información que se origina en la retina. El disco óptico carece de fotorreceptores y en consecuencia crea un punto ciego que se puede detectar a través de un sencillo experimento.
La Audición
El oído consta de tres regiones anatómicas: oído externo, oído medio y oído interno. La parte más visible del oído externo es el pabellón auricular; son importantes debido a que incrementan ligeramente la amplitud del sonido e intervienen en cierta medida con la detección de la posición de la fuente sonora. Le sigue el conducto auditivo externo, que se dirige hacia adentro a partir del pabellón auricular y funciona como una caja de resonancia, amplificando sonidos muy débiles. El sonido llega al tímpano, o membrana timpánica, una membrana que vibra en respuesta a las ondas sonoras.
El oído medio es el área que se encuentra después del tímpano. Consta de tres huesecillos u oscículos, que son los más pequeños del cuerpo humano: martillo, yunque y estribo. Estos huesillos aumentan la eficiencia con la cual el sonido es transmitido al oído interno:
La fuerza de las partículas en el aire que golpean la membrana timpánica, es transmitida a una región mucho más pequeña, donde el estribo llega a la ventana oval de la cóclea.
Los tres huesecillos funcionan como una palanca, lo que ofrece una pequeña pero importante ventaja mecánica.
El tímpano tiene una forma parecida a un cono, la cual hace que responda más eficazmente.
Cada oído medio contiene una trompa de Eustaquio, que conecta al oído con la garganta. Las trompas de Eustaquio ayudan a igualar la presión del aire en el sistema auditivo.
El oído interno no existe como estructura individual, es sólo el área donde no hay hueso. La cóclea –ó caracol–, llena de líquido, contiene receptores para los estímulos auditivos. El estribo está adosado directamente a la ventana oval, membrana que cubre una abertura de la cóclea. Cuando el estribo vibra, la ventana oval también lo hace, y produce cambios de presión en el líquido que se encuentra dentro de la cóclea.
El conducto coclear es el más pequeño de los tres canales de la cóclea, alberga a los receptores auditivos y contiene un líquido llamado endolinfa. Cuando el estribo hace que la ventana oval vibre, la vibración es transmitida a la membrana basilar, sobre la cual descansan los receptores auditivos. Esta vibración, a su vez, estimula los receptores auditivos.
El Olfato
En la anatomía de la nariz se observa en primer lugar la cavidad nasal, un espacio vacío que se encuentra por detrás de cada narina. El aire, que contiene los olores, llega a la cavidad nasal a través de dos vías: proveniente de la inhalación o de la garganta –cuando masticamos, bebemos o respiramos por la boca–. En la parte superior de la cavidad nasal se encuentra el epitelio olfatorio, en cuya superficie se encuentran los receptores que captan el olores.
En el olfato y el gusto, a diferencia de los otros órganos de los sentidos, los receptores están en contacto directo con el estímulo. Las células receptoras del olfato son sustituibles (lo que no ocurre en los demás) y cada una funciona cerca de ocho semanas y luego se le reemplaza.
El estímulo potencial para el sistema olfativo tiene que ser una sustancia volátil –aunque esta no es una condición indispensable– o fácilmente vaporizable. Por tanto, los sólidos y los líquidos deben pasar a un estado gaseoso. Las sustancias potencialmente olorosas tienen que ser potencialmente solubles en el agua y en la grasa (lípidos), a fin de penetrar en la película acuosa y en la capa lipoide que cubre a los receptores olfatorios.
Los olores y el comportamiento humano. Los investigadores están especialmente interesados en unas sustancias llamadas feromonas, las cuales actúan como señales químicas en la comunicación con otros miembros de la misma especie; son excretadas por la orina y diversas glándulas sudoríparas. Aún no está claro si las feromonas existen en los humanos; se sabe que la sensibilidad a los olores en los hombres es inferior a la de las mujeres y que las feromonas pueden estar relacionadas con los ciclos menstruales de éstas.
Los efectos de diversas esencias sobre el comportamiento humano pueden no ser tan directos como los encontrados en animales inferiores, pero algunas investigaciones recientes sugieren que las esencias pueden tener cierto impacto sobre la percepción de la gente en situaciones sociales (Baron, 1988).
El Gusto
El gusto se refiere sólo a las percepciones que resultan del contacto de sustancias con los receptores especiales en la boca. En psicología, el gusto se refiere a una porción muy, limitada de las percepciones involucradas en el uso cotidiano de la palabra gusto.
El receptor primario para los estímulos del gusto recibe el nombre de corpúsculo gustativo. Se localizan por toda la boca –mejillas, paladar y garganta–, principalmente en la lengua. Los corpúsculos gustativos se localizan en forma de pequeñas protuberancias sobre la lengua y son consideradas como papilas.
Las puntas de los receptores llegan hasta el orificio de apertura y pueden tocar cualquier molécula de gusto que se encuentre en la saliva que fluye dentro de la fosa. Las puntas de los receptores del gusto son microvellosidades, y la apertura del corpúsculo gustativo es el poro gustativo. El promedio de vida de las células de los corpúsculos gustativos es de sólo unos diez días.
Las investigaciones no han sido contundentes al identificar las diferencias y características quimiosensitivas de las células receptoras porque se ha descubierto que algunas papilas responden a dos, tres e incluso cuatro sabores, sin que pueda argumentarse que existe una especialización marcada.
El Tacto
Es el equipo sensorial más grande que tiene el ser humano. Los sentidos de la piel informan si un objeto sofocante cubre la cara, protegen del daño cuando se siente dolor; además, defienden de temperaturas extremadamente elevadas o bajas. Otros sentidos relacionados como son el cinestésico y el vestibular, indican si se está de pie erguido o inclinado, en dónde se encuentran las partes del cuerpo y en qué relación.
El tipo de piel delgada, es la que cubre gran parte del cuerpo y contiene pelos, notables o invisibles. Otra clase, llamada piel gruesa, se encuentra en las plantas de los pies, las palmas de las manos, y en las superficies lisas de los dedos; carece de folículos pilosos. La piel gruesa es parecida a la delgada, salvo que su superficie es más gruesa y tiene una mezcla de receptores, complejidad que probablemente se relaciona con la destinación exploratoria de las partes donde está presente.
La piel se divide en tres partes: la epidermis, o capa externa, que tiene muchas capas de células de la piel que se descaman y mueren; la dermis, que es la capa que reemplaza con células nuevas a las que se descaman. Estas células nuevas se mueven hacia la superficie y toman el lugar de las células epidérmicas conforme estas se eliminan. Bajo la dermis se encuentra el tejido subcutáneo, que contiene tejido conectivo y grasa.
La piel también contiene una gran cantidad de venas, arterias, glándulas sudoríparas, folículos pilosos y receptores. Nuestro sentido del tacto surge de la estimulación de diferentes tipos de receptores: Meissner –responsable del tacto como tal, caricias y toques suaves–; Paccini –sensación de presión–; Krausse –sensación de frío–; Ruffini –sensación de calor–; Terminales libres –información de dolor–.
3. La Sensación
Transducción
La transducción se entiende como cualquier operación que transforma magnitudes de determinado tipo en otras distintas, proporcionales a las anteriores. En el caso de los sistemas sensoriales, la transducción se lleva a cabo a través de una serie de pasos mecánicos, como en el caso del oído, del tacto y de los sistemas musculares y cinestésicos. Por otra parte, en la visión, intervienen procesos fotoquímicos entre el contacto del receptor con el estímulo y la generación de los impulsos.
En la visión, el proceso completo de transducción va desde la absorción de la energía lumínica por las sustancias fotoquímicas contenidas en los receptores, hasta la emisión de los impulsos eléctricos. Los procesos de transducción en los receptores sensibles a la energía mecánica que están situados en la piel, en las coyunturas, en los músculos y en los oídos, implican la conversión de la distorsión o del movimiento de los receptores, en energía eléctrica. Las ondas sonoras turban el fluido endolinfático del oído interno. La onda al atravesar la endolinfa hace que las células pilosas se inclinen o vibren y de ese modo provoquen cargas eléctricas en las fibras que van de la célula al nervio auditivo.
El caso de la lengua y el olfato es aún más complejo y aún persisten algunas lagunas sobre la secuencia de su funcionamiento. En el caso del sentido del olfato, recientemente se ha sugerido que el tamaño, forma y carga eléctrica de las moléculas gaseosas que se introducen en la cavidad nasal son de importancia fundamental en la transducción de la energía. En la página siguiente se presenta un cuadro resumen de los principales receptores y el tipo de información que transducen.
Cuadro 3.1: Tipos de receptores de acuerdo a la clase de estímulo que transducen.
Tipo de receptor
Estímulos efectivos
Ejemplos
Mecanorreceptores
Tacto, presión,
gravedad, ondas, movimiento y posición del cuerpo, detección de la contracción muscular, alargamiento del tendón, detección de mvto. de ligamentos, ondas de presión –sonido–, aceleración angular.
Receptores táctiles, propiorreceptores, huso muscular, órganos de Golgi de los tendones, receptores articulares, laberinto del oído, canales semicirculares, caracol.
Quimiorreceptores
Compuestos químicos específicos.
Papilas gustativas, epitelio olfatorio.
Termorreceptores
Calor.
Terminales nerviosas y receptores de la piel (corpúsculos de Ruffini y Krausse)
Fotorreceptores
Retina (conos y bastones)
Energía lumínica.
Umbrales sensoriales
Umbrales absolutos. Son los valores de magnitud mínima del estímulo, que son necesarios para su detección. Si la magnitud del estímulo es demasiado débil, no produce una respuesta de detección, se dice que la magnitud del estímulo es subumbral o sublimal; al contrario, los que superan el umbral, se denominan supraumbrales o supraliminales.
Cuadro 3.2.1 Valores aproximados de umbral de detección
Modalidad sensorial
Umbral de detección
Luz
La flama de una vela vista a 48 kilómetros (30 millas) en una noche oscura y sin nubes.
Sonido
El tictac de un reloj de pulso en condiciones de silencio a siete metros (20 pies).
Gusto
5 ml. de azúcar en 7.6 litros de agua.
Olfato
Una gota de perfume difundida en todo el volumen de un apartamento de tres habitaciones.
Tacto
El ala de una abeja que cae sobre su mejilla desde una distancia de un centímetro.
Umbrales Diferenciales. El umbral diferencial o limen de diferencia, es la medida de la diferencia mínima entre dos estímulos que es posible detectar. A igual que en el umbral absoluto, el umbral diferencial es un concepto estadístico de validez cuestionable en cierto grado. La medida psicológica relacionada con el umbral de diferencial, es la medida de la estimulación de que la magnitud de dos estímulos es perceptualmente igual: se le llama punto de igualdad subjetiva (PIS).
Percepción subliminal. Se trata de la percepción de mensajes de los cuales no se es consciente. Muchos estudios demuestran que si se nos expone a estímulos o mensajes de tan corta duración que no los podemos captar conscientemente, estos pueden afectar nuestros pensamientos o emociones. Por ejemplo, dibujos o fotografías de escenas desagradables expuestas a altas velocidades provocan sensación de ansiedad.
Los ejemplos de estímulos subliminales que se emplean en publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan en mayor medida estos estímulos son los de bebidas alcohólicas y tabaco. Los estímulos más usuales consisten en palabras o dibujos que aluden a asuntos sexuales o de muerte normalmente escondidos en el anuncio. Los mensajes subliminales de contenido sexual acostumbran a incluir, con frecuencia, órganos sexuales y circunstancias prohibidas como la infidelidad y la promiscuidad. Los estímulos relacionados con la muerte suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas degolladas y miembros amputados. La explicación que los psicoanalistas suelen dar ante la utilización de estos estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o fuma, como efecto de frustraciones o fracasos no superados, buscando acelerar su autodestrucción.
Existen hasta ahora, infinidad de aplicaciones de los mensajes subliminales, más allá de la publicidad. El cine los ha utilizado –en películas como “El Exorcista” se comprobó que se usaban para desencadenar agudas respuestas emocionales en los espectadores–, la publicidad política, la evitación de robos en supermercados –a través de música ambiental con mensajes de “no robes”, “si robas irás a la cárcel”, etc.–, para atrapar criminales a través de mensajes subliminales en prensa y radio –alertando a los ciudadanos–, y una de las aplicaciones más abiertas y comercializadas es a través de los mensajes subliminales terapéuticos, con invitaciones positivas de autoayuda y superación.
Adaptación Sensorial
Es una acomodación en la capacidad sensorial subsecuente a una exposición prolongada a un estímulo o serie de estímulos. Los términos adaptación perceptiva sensorial y pos–efecto perceptivo se refieren a procedimientos diferentes para poner de manifiesto el proceso. Se dice que hay adaptación, cuando los juicios sobre un estímulo particular cambian en el tiempo; el pos–efecto se refiere a los cambios que sufre el juicio sobre un estímulo, como efecto del contacto del observador con un estímulo inmediatamente antes del juicio.
Atención Selectiva
La atención se entiende como la concentración de la actividad mental. En el ámbito de la percepción, la atención se enfatiza en el enfoque de integración de las características, desarrollado por Anne Treisman y sus colaboradores (1986).
La primera etapa de este modelo, del procesamiento previo a la atención, incluye el registro automático de las características, utilizando un procesamiento paralelo –aquel que permite que todos los objetivos sean procesados simultáneamente– por campo visual. La segunda etapa, la atención enfocada, incluye la identificación de objetos por medio del procesamiento seriado –procesamiento de los objetivos, uno por uno–.
La teoría de integración de características sugiere que cuando la atención está sobrecargada o distraída, las características pueden combinarse de manera no apropiada en la percepción; a una combinación inapropiada se le denomina conjunción ilusoria. Cuando las circunstancias nos impiden mirar un objeto con atención, mezclamos las características haciendo un intento por percibir el objeto.
4. La Percepción
Principios gestálticos de organización
Organización perceptual. La teoría de la Gestalt postula que percibimos los objetos como “todos” bien organizados, más que como partes separadas y asiladas. No vemos pequeños fragmentos desarreglados al abrir nuestros ojos para ver el mundo. Vemos grandes regiones con formas y patrones bien definidos. El “todo” que vemos es algo más estructurado y coherente que un grupo de fragmentos aislados; la forma es más que la simple unión de los fragmentos –se asume como el principio de la sinergia en la Teoría General de los Sistemas, que postula que el “todo” es mayor que la suma de sus partes y que las partes individualmente no explican la conducta del “todo” o sistema–.
Los tres psicólogos que más se asocian con la teoría de la Gestalt son: Max Wertheimer (1923), Kurt Koffka (1935) y Wolfang Köhler (1947). Éstos investigaron tres áreas: las leyes de agrupación, la “bondad” de las figuras –Ley de Prägnanz– y las relaciones entre figura y fondo. No obstante ciertas limitaciones en la teoría, sus planteamientos siguen teniendo vigencia en la explicación de la percepción de las formas.
Relación figura–fondo. Las partes de un diseño se organizan con respecto a una figura y sobre un fondo. Cuando dos áreas comparten un límite común, la figura es la forma distintiva con bordes claramente definidos. El fondo es lo que sobra, lo que está por detrás..
Edgar Rubin (1915 – 1958), psicólogo danés, fue uno de los primeros en intentar poner en claro lo que constituye la figura, en oposición al fondo. Llegó a cuatro conclusiones acerca de la figura y el fondo:
La figura tiene una forma definida, mientras que el fondo parece no tenerla. La figura es una “cosa”, mientras que el fondo es sólo una sustancia.
El fondo parece continuar detrás de la figura.
La figura parece que está más cercana a nosotros, con la localización clara en el espacio. Por el contrario, el fondo se encuentra más alejado y no tiene una localización bien definida, simplemente está en algún sitio en la parte posterior.
La figura es dominante y nos impresiona más que el fondo; se recuerda mejor y se asocia con una mayor número de formas. Según Rubin, la figura parece dominar el estado de conciencia. Por otro laso, el fondo parece formar parte del espacio general.
Leyes de Agrupación. Dentro de la perspectiva gestáltica, estas leyes constituyen un intento por identificar las claves más relevantes de la visión de objetos en conjuntos:
Ley de la similitud: determina que los objetos similares tienden a ser percibidos como una unidad.
Ley de la proximidad: establece que los objetos contiguos tienden a ser vistos como una unidad.
Ley de las regiones comunes o del destino común: cuando los objetos se mueven en la misma dirección, los vemos como una unidad.
Ley de la buena continuación: postula que los objetos que se encuentran arreglados en una línea recta o una curva tienden a ser vistos como una unidad.
Ley del cierre: establece que cuando una figura tiene una hendidura, nos inclinamos a verla como una figura completa y cerrada.
Ley de la simplicidad: cuando se observa un patrón, se percibe de la forma más básica y directa que nos es posible.
Constancias Perceptuales
Una constancia perceptual ocurre cuando percibimos un estímulo distal como permanente en esencia, a pesar de los cambios en el estímulo proximal –retiniano–.
Constancia de Tamaño. Esta constancia significa que un objeto parece siempre del mismo tamaño a pesar de los cambios en su tamaño retiniano. El tamaño proximal de un objeto puede encogerse y expandirse, mientras que su tamaño distal parece que sigue siendo el mismo. El tamaño de la imagen de un objeto sobre la retina puede sufrir cambios considerables con la variación de la distancia a que se halla el objeto del observador, pero los cambios en el tamaño pasan inadvertidos en condiciones de observación normal.
Un factor importante respecto del tamaño percibido de un objeto, en condiciones de observación normal, es que éste no depende en exclusiva del tamaño de la imagen que proyecta sobre la retina. A lo largo de una significativa variedad de distancias, el tamaño percibido es un tanto independiente del tamaño retinal. El hecho de que el tamaño percibido no varíe con el tamaño retinal se debe a la operación de la constancia de tamaño.
Constancia de Forma. Esta significa que un objeto parece conservar la misma forma a pesar de los cambios en su orientación. En realidad, la forma proximal de un objeto es la misma que la distal, sólo si el objeto está exactamente perpendicular a la línea de visión. En todos los demás casos, la forma proximal está distorsionada.
La memoria de la forma de un objeto parece estar implicada en la constancia (Hochberg, 1971). Debido a que sabemos que por ejemplo un disco compacto es redondo, aun cuando se vea con cierta inclinación que podría estar produciendo una elipse sobre la retina. También se admite que la constancia de forma se puede deber a un fenómeno parecido al razonamiento en el que tanto la forma como la profundidad del objeto se combinan, y así, cuando un disco compacto está inclinado y lejos del observador, éste infiere que su forma verdadera no ha cambiado.
Ilusiones
Ilusiones de Tamaño. Existen varias ilusiones que involucran longitud o distancias. Entre ellas se cuentan la de Müller–Lyer, en la que dos líneas horizontales tienen la misma longitud, pero en apariencia una se percibe más larga que la otra.
Algunas variantes se han utilizado para probar el mismo efecto ¿Cuál línea es más larga?:
Otras ilusiones de la longitud de la línea son el paralelogramo de Sander y la llamada ilusión horizontal–vertical, la ilusión de Ponzo y la ilusión del espacio ocupado y abierto.
De acuerdo con la teoría de la constancia mal aplicada, los observadores interpretan ciertos indicios en la ilusión como claves para mantener la constancia de tamaño. Por ende, hacen juicios de longitud basándose en la constancia de tamaño, y en una línea que se ve más alejada será juzgada como más larga. Ésta teoría argumenta que la gente es sensible a los indicios de distancia en las ilusiones, porque ha tenido experiencias como las de líneas que convergen. Entonces, de acuerdo a este punto de vista, la experiencia es un factor crucial, y quienes tienen menos experiencia deberían ser menos engañados por la ilusión.
Ilusiones de Área y Forma. Anteriormente se han considerado las ilusiones que implican la distancia lineal o la distancia entre dos puntos, es decir, una única dimensión. Otro tipo de ilusiones implican el área o dos dimensiones y dependen en gran medida del contexto que las envuelve. Como en el caso de las ilusiones de distancia, la presencia de elementos inductores incide en una mala percepción.
Algunos ejemplos de este tipo de ilusiones son la de la habitación de Ames, la ilusión del margen que se puede apreciar en la hoja en la que está escrito este texto; probablemente el lector pensará que la margen representa una pequeña parte del área de la página, pero en realidad constituye algo así como un tercio ésta. Otra ilusión de gran importancia es la de la Luna, que demuestra la necesidad de poseer información de distancia para percibir el tamaño de un objeto y las serias limitaciones que tiene el sistema perceptual para dimensionar la lejanía de un objeto celeste por la dificultad para relacionar esa información de distancia, que en realidad no existe en nuestro esquema perceptivo.
Patrón
Prototipos y plantillas. Antes de comenzar a explicar el funcionamiento de los esquemas de prototipos y plantillas, vale la pena diferenciar estas dos categorías:
Prototipos: representaciones almacenadas en la memoria de diversos objetos o estímulos del entorno.
Plantilla: patrones específicos almacenados en la memoria para diversos estímulos visuales que encontramos.
En primera instancia, de acuerdo a la teoría de la igualación de plantillas, tenemos varias plantillas o patrones específicos, almacenados en la memoria. Por ejemplo, al observar una letra resolvemos si se asemeja a una de nuestras plantillas. Si ocurre, reconocemos la letra; si no, buscamos otra. La idea de que cada patrón encaja en un molde tiene algo de lógico, pero funcionalmente es inflexible y desventajosa porque necesitaríamos memorizar todas las variantes de la misma categoría de un estímulo, lo que haría el proceso más lento y por ende, más ineficiente.
En contraposición aparece la teoría de la igualación del prototipo, la cual propone que almacenamos patrones abstractos, en la memoria. Cuando vemos un objeto en particular, lo comparamos con un prototipo, o esquema ideal. Si se asemeja al prototipo, reconocemos el patrón. De no ocurrir, lo comparamos con otros prototipos hasta que encontremos uno con el que concuerde. Este es un punto de vista muy flexible porque el prototipo es un patrón general, inespecífico y en consecuencia, modificable. Esto podemos apreciarlo en el siguiente de ejemplo:
S S S S S s s s S S S
El empleo de ejemplos previos de variantes de un mismo estímulo facilita la tarea de reconocimiento. De ahí que cuando pequeños se nos enseñe la forma más simple del estímulo y en la medida que avanzamos en nuestro proceso de aprendizaje, logramos distinguir las demás alternativas que se nos presenten, casi sin ser conscientes de ello.
Aproximaciones a la percepción de formas y patrones. Se distinguen dos modos de procesamiento de la información: uno de arriba abajo–arriba, dirigido por la información; y de arriba–abajo, dirigido por conceptos.
Los procesos de abajo–arriba dependen de la llegada de información de los receptores sensoriales; se reconocen las características de bajo nivel, simples, y la combinación de estas características permite reconocer formas completas, más complejas.
En los procesos de arriba–abajo, gracias al conocimiento que tenemos del mundo, reconocemos formas complejas. El contexto, las expectativas, el conocimiento y la memoria orientan el proceso de conocimiento. El reconocimiento del todo permite identificar los elementos más simples que se encuentran presentes.
Percepción de la distancia
Claves monoculares. La mayoría de las fuentes de información de distancia son monoculares. Los factores monoculares requieren de un solo ojo para proporcionar la información de la distancia. Algunas de ellas –no requieren de movimientos del objeto ni del observador– son:
Claves de altura: –o de elevación–, se refieren a la observación de que los objetos que se encuentran cerca del horizonte parece que están más alejados de nosotros que los objetos que están lejos. Por ejemplo, si se observa la siguiente figura, se notará que el cuerpo que aparece más cerca del horizonte es el que se percibe como más lejano.
Claves de tamaño: se refieren a la influencia del tamaño de un objeto sobre el cálculo de la distancia. Si dos objetos similares se presentan juntos, el objeto que ocupa más espacio sobre la retina es juzgado como más cercano.
Gradiente de textura: se refiere al hecho de que la textura de las superficies se hace más densa conforme aumenta la distancia, si los estamos viendo con cierta inclinación.
Perspectiva atmosférica: –o aérea– designa la observación de que los objetos distantes suelen aparecer borrosos y azulados, a diferencia de los cercanos. Esto se debe a que el aire entre el observador y el objeto no es del todo claro. Empleamos la perspectiva atmosférica como una escala informal para juzgar la distancia de lugares alejados, además, adquirimos la escala propia de la región donde vivimos. La gente que vive en áreas húmedas y quienes viven en ciudades con atmósferas contaminadas, desarrollan una escala que no funciona en las zonas montañosas y despejadas, por ejemplo.
Claves Binoculares. Dos factores binoculares contribuyen a la percepción de la profundidad de objetos cercanos: la convergencia y la desigualdad binocular.
Convergencia: los ojos convergen o se juntan para ver objetos cercanos. La información de convergencia no es útil para juzgar objetos distantes; por ejemplo, el grado de convergencia no varía notoriamente si se observa un objeto a ocho kilómetros de distancia y luego se pasa a mirar uno que se encuentra a siete, por el contrario, el grado de convergencia se altera notoriamente si se mira un objeto a ocho kilómetros y luego se mira uno que está a quince centímetros. La convergencia puede, en ocasiones, servir como un indicio de profundidad, siempre que no haya otras claves más precisas para lograrlo.
Disparidad binocular o retiniana: es el segundo factor de profundidad que utiliza información de ambos ojos. Los ojos tienen en promedio una separación de siete centímetros que garantiza que tendrán una visión levemente diferente de los objetos cercanos que se encuentran a distancias diferentes. Este es el fenómenos de la disparidad binocular. Su importancia radica en el hecho de que proporciona la información necesaria para juzgar la profundidad binocularmente –esteropsia–. De cualquier modo cabe hacer una salvedad en la disparidad binocular: si las imágenes son muy diferentes, no pueden fusionarse en una sola, lo que se conoce como rivalidad binocular, lo que conduce a que la imagen de un ojo se suprima parcialmente y la otra se perciba por completo.
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
Diversas investigaciones han demostrado que algunos factores básicos de la percepción son biológicos y en la mayoría de los casos cumplen funciones adaptativas. Otros estudios han demostrado que la percepción es el resultado, en gran medida, de la ampliación y/o readaptación de las capacidades perceptivas innatas. No obstante, son más los estudios que han arrojado datos ambiguos y poco representativos.
La percepción presenta una evidente flexibilidad, dado que puede ser modificada por nuestra experiencia. En este sentido juegan un papel muy importante los criterios de aprendizaje discriminativo –condicionamiento clásico y operante–. Por ejemplo, la sensación que tenemos de un perfume es la misma, siempre y cuando, nuestro olfato opere uniformemente, es decir, que no sufra alteraciones funcionales de alguna consideración. Pero si ese perfume se asocia a situaciones o impresiones particulares, con una importante carga emocional o cognitiva, es probable que adquiera otro significado en términos de la percepción que se tenga del mismo.
En conclusión, y a esta altura de la discusión, lo único que se puede decir es que tanto la herencia como el ambiente–aprendizaje, juegan papeles determinantes en la forma como percibimos el “todo” que nos rodea. Lo que sigue en adelante es considerar la medida en que dichas influencias operan para jugar con nuestra capacidad de juicio sobre los estímulos que procesamos.
6. Percepción Extrasensorial
La percepción extrasensorial (ó PES) se entiende como el tipo de percepción que no requiere de los sentidos ordinarios. Consiste en varios tipos de fenómenos de transferencia de energía e información que no es explicable a través de mecanismos físicos o biológicos conocidos. Entre estos fenómenos se cuentan:
Telepatía: “lectura” de mente a mente, conocida también como transmisión de pensamiento.
Clarividencia: visión de cosas ocultas o lejanas en el espacio y que no estimulan directamente los órganos sensoriales.
Precognición: conocimiento anticipado de la ocurrencia de un hecho en el futuro; si se refiere a pueblos enteros o a conglomerados de personas, se llama profecía.
Psicocinesis –ó psicoquinesis–: capacidad de la mente para influir sobre la materia, esto es, sin valerse de ninguna clase de artilugio físico conocido para llevar a cabo alguna transformación en un objeto –doblar cucharas, levitación, arrastrar objetos con el pensamiento, etc.–
Son varias las limitaciones en torno la discusión de si existe o no la PES, y el fenómeno ha aportado conclusiones contundentes como para asegurar que sea verdad. Por un lado, persisten las limitaciones de verificabilidad y replicabilidad en las investigaciones; no siempre las pruebas ofrecen los mismos resultados, y es difícil repetir o verificar los factores en condiciones cambiantes. A esto se suma el hecho de que las explicaciones se limitan a eventualidades bioquímicas que no explican la ocurrencia de estos fenómenos y a las creencias de los investigadores que pueden llegar a sesgar los estudios.
No obstante, nuestro conocimiento del mundo es aún limitado y poco a poco se progresa en la formulación de nuevas teorías físicas que amplían nuestra consideración de la realidad. Aunque los psicólogos son escépticos frente este tipo de fenómenos; tal vez, sin saberlo, nuestra habilidad mental que permanece oculta, evoluciona conforme lo hace nuestro cerebro y quien sabe, tal vez alguna vez podamos trascender a las limitaciones del tiempo y el espacio a través de nuestro pensamiento… sentados en una cómoda silla de nuestra casa…
7. Referencia Bibliográfica
BARON, Robert. Psicología. México: Prentice Hall, 1996. P. 131 – 133, 135 – 138.
DAY, R. H.. Psicología de la Percepción Humana. México D. F.: Ed. Limusa–Wiley, 1973. 227 p.
FELDMAN, Robert. Psicología. México D.F.: Mc Graw Hill, 1999. 646 p.
GIOVETTI, Paola. Los fenómenos paranormales. Santafé de Bogotá: Ediciones Paulinas, 1992. 192
MATLIN, Margaret W., y FOLEY, Hugh J.. Sensación y Percepción. México D. F.: Prentice Hall, 1996. 554 p.
Moix queraltó, Jenny, “Mensajes que no llegan a la consciencia” [en línea]. 18 de mayo de 2000. En línea (Consulta: 18 de mayo de 2000)
SCHIFFMAN, Harvey Richard. La Percepción Sensorial. México D. F.: Limusa, 1983. 453 p.
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
2. Los órganos de los sentidos
3. La Sensación
4. La Percepción
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
6. Percepción Extrasensorial
7. Referencia Bibliográfica
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
Sensación
La sensación se refiere a experiencias inmediatas básicas, generadas por estímulos aislados simples (Matlin y Foley 1996). La sensación también se define en términos de la respuesta de los órganos de los sentidos frente a un estímulo (Feldman, 1999).
Percepción
La percepción incluye la interpretación de esas sensaciones, dándoles significado y organización (Matlin y Foley 1996). La organización, interpretación, análisis e integración de los estímulos, implica la actividad no sólo de nuestros órganos sensoriales, sino también de nuestro cerebro (Feldman, 1999).
Diferencias Entre Los Conceptos
Cuando un músico ejecuta una nota en el piano, sus características de volumen y tono son sensaciones. Si se escuchan las primeras cuatro notas y se reconoce que forman parte de una tonada en particular, se ha experimentado un proceso perceptivo. Las diferencias entre las categorías de sensación y percepción, no parecen muy claras, máxime si se considera que en ciertos casos un hecho ocurre a la par de otro —como se verá más adelante en esta guía—.
Se acepta generalmente que la sensación precede a la percepción y que esta es una diferencia funcional sencilla; en el proceso sensible se percibe un estímulo, como puede ser la alarma de una puerta, luego se analiza y compara –percepción– la información suministrada por ese estímulo y se resuelve si es necesario asumir una actitud alerta frente algún peligro o si simplemente es cuestión de apagar el dispositivo que accidentalmente accionó la alarma. Todo esto, aunque en esencia parece trivial, constituye el resultado de la acumulación de grandes volúmenes de información que se interrelaciona para llegar a una conclusión.
Percepción y cognición. Este ejemplo nos remite a considerar el otro límite aún más impreciso que existe entre la percepción y la cognición. Ésta última involucra la adquisición, el almacenamiento, la recuperación y el uso del conocimiento. En el ejemplo del músico, luego de la sensación del sonido, se percibe que se trata de notas musicales –sonidos diferenciados y articulados–, pero si esas notas nos llevan inmediatamente a tararear el “Oh libertad”, sabremos que se trata del himno de Antioquia y que debemos ponernos de pie para entonarlo; ahí se produce un proceso cognitivo puesto que se “rescató” una secuencia de recuerdos –himno, símbolo, respeto, ponerse de pie, entonar, etc.– que entrelazados a través de un esquema, influyeron en el despliegue de una conducta.
2. Los órganos de los sentidos
Conceptos, Anatomía Y Fisiología
A continuación se presenta un esbozo general de los órganos de los sentidos, sus partes y funciones. Considerando que en el curso de Neurofisiología se estudiaron con profundidad las principales tareas de transducción e intercomunicación nerviosa, sólo se hará una corta mención de los aspectos más esenciales de cada sentido, a fin de contextualizar los demás temas subsiguientes en esta guía.
La Visión
Sensación consciente producida por la luz, que permite apreciar los objetos y sus cualidades. Se distinguen dos tipos de visión, de acuerdo a las condiciones de luminosidad: escotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la oscuridad; fotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la luz.
Estructura y Función del Ojo. La función del sistema visual es transformar la energía electromagnética del estímulo visual en impulsos nerviosos, proceso que se conoce como transducción –término y proceso extensible a los demás sentidos–.
La forma redonda del globo ocular se mantiene por la presión de líquidos internos sobre la membrana externa blanca, denominada esclerótica. En la parte anterior del globo ocular se encuentra la córnea, membrana transparente que se une con la esclerótica y protuye ligeramente. La luz que proviene del exterior debe enfocare en la superficie posterior del globo ocular, y la córnea inicia este proceso.
Las células de la córnea reciben sus nutrientes y el oxígeno del humor acuoso. Este líquido llena la cámara anterior, que se encuentra inmediatamente detrás de la córnea.
La entrada de luz al ojo es regulada por un anillo de músculos pigmentados llamado iris. La pupila es una abertura en el centro del iris por la que pasa la información luminosa. El iris tiene dos clases de músculos, unos que lo contraen –cierran– y otros que lo dilatan –abren–. Cuando la luz es brillante, el iris se cierra y viceversa. En los humanos, la pupila es redonda, aunque en algunos otros animales puede ser como una línea vertical en la mayoría de casos.
El cristalino es un cuerpo esférico, transparente, localizado exactamente detrás de la pupila. Es ligeramente amarillento y se compone de una capa externa que contiene fibras organizadas como las capas de una cebolla. Luego de que la cornea desvía los rayos luminosos conforme entran al ojo, el cristalino completa esta tarea de enfocar las ondas luminosas sobre los fotorreceptores localizados en la parte posterior del ojo. Dado que el cristalino puede cambiar de forma, enfoca los rayos luminosos tanto de objetos cercanos como alejados por un proceso llamado acomodación.
El músculo ciliar rodea al cristalino y se fija a éste gracias a ligamentos delgados denominados zónulas de Zinn. Cuando se observa un objeto alejado (+6 m.), el músculo ciliar se relaja, lo que ocasiona que el músculo se expanda y jale las zónulas. En este estado el cristalino está estirado a su forma más plana, así que su refracción de la luz que entra al globo ocular se desviará menos. Cuando se observa un objeto cercano, el músculo ciliar se contrae, lo cual permite que el cristalino regrese a su forma natural.
Entre el cristalino y la retina se encuentra un compartimento llamado cámara posterior. La retina es la capa de receptores para la luz, o fotorreceptores, y de células nerviosas, que se localiza en la parte posterior del ojo. Los fotorreceptores –llamados conos y bastones– absorben rayos luminosos y los transforman en información que puede ser transmitida por las neuronas. La fóvea es la porción más delgada de la retina que produce la visión más clara. En el disco óptico, el nervio óptico abandona el ojo. El nervio óptico representa el haz de neuronas que lleva la información que se origina en la retina. El disco óptico carece de fotorreceptores y en consecuencia crea un punto ciego que se puede detectar a través de un sencillo experimento.
La Audición
El oído consta de tres regiones anatómicas: oído externo, oído medio y oído interno. La parte más visible del oído externo es el pabellón auricular; son importantes debido a que incrementan ligeramente la amplitud del sonido e intervienen en cierta medida con la detección de la posición de la fuente sonora. Le sigue el conducto auditivo externo, que se dirige hacia adentro a partir del pabellón auricular y funciona como una caja de resonancia, amplificando sonidos muy débiles. El sonido llega al tímpano, o membrana timpánica, una membrana que vibra en respuesta a las ondas sonoras.
El oído medio es el área que se encuentra después del tímpano. Consta de tres huesecillos u oscículos, que son los más pequeños del cuerpo humano: martillo, yunque y estribo. Estos huesillos aumentan la eficiencia con la cual el sonido es transmitido al oído interno:
La fuerza de las partículas en el aire que golpean la membrana timpánica, es transmitida a una región mucho más pequeña, donde el estribo llega a la ventana oval de la cóclea.
Los tres huesecillos funcionan como una palanca, lo que ofrece una pequeña pero importante ventaja mecánica.
El tímpano tiene una forma parecida a un cono, la cual hace que responda más eficazmente.
Cada oído medio contiene una trompa de Eustaquio, que conecta al oído con la garganta. Las trompas de Eustaquio ayudan a igualar la presión del aire en el sistema auditivo.
El oído interno no existe como estructura individual, es sólo el área donde no hay hueso. La cóclea –ó caracol–, llena de líquido, contiene receptores para los estímulos auditivos. El estribo está adosado directamente a la ventana oval, membrana que cubre una abertura de la cóclea. Cuando el estribo vibra, la ventana oval también lo hace, y produce cambios de presión en el líquido que se encuentra dentro de la cóclea.
El conducto coclear es el más pequeño de los tres canales de la cóclea, alberga a los receptores auditivos y contiene un líquido llamado endolinfa. Cuando el estribo hace que la ventana oval vibre, la vibración es transmitida a la membrana basilar, sobre la cual descansan los receptores auditivos. Esta vibración, a su vez, estimula los receptores auditivos.
El Olfato
En la anatomía de la nariz se observa en primer lugar la cavidad nasal, un espacio vacío que se encuentra por detrás de cada narina. El aire, que contiene los olores, llega a la cavidad nasal a través de dos vías: proveniente de la inhalación o de la garganta –cuando masticamos, bebemos o respiramos por la boca–. En la parte superior de la cavidad nasal se encuentra el epitelio olfatorio, en cuya superficie se encuentran los receptores que captan el olores.
En el olfato y el gusto, a diferencia de los otros órganos de los sentidos, los receptores están en contacto directo con el estímulo. Las células receptoras del olfato son sustituibles (lo que no ocurre en los demás) y cada una funciona cerca de ocho semanas y luego se le reemplaza.
El estímulo potencial para el sistema olfativo tiene que ser una sustancia volátil –aunque esta no es una condición indispensable– o fácilmente vaporizable. Por tanto, los sólidos y los líquidos deben pasar a un estado gaseoso. Las sustancias potencialmente olorosas tienen que ser potencialmente solubles en el agua y en la grasa (lípidos), a fin de penetrar en la película acuosa y en la capa lipoide que cubre a los receptores olfatorios.
Los olores y el comportamiento humano. Los investigadores están especialmente interesados en unas sustancias llamadas feromonas, las cuales actúan como señales químicas en la comunicación con otros miembros de la misma especie; son excretadas por la orina y diversas glándulas sudoríparas. Aún no está claro si las feromonas existen en los humanos; se sabe que la sensibilidad a los olores en los hombres es inferior a la de las mujeres y que las feromonas pueden estar relacionadas con los ciclos menstruales de éstas.
Los efectos de diversas esencias sobre el comportamiento humano pueden no ser tan directos como los encontrados en animales inferiores, pero algunas investigaciones recientes sugieren que las esencias pueden tener cierto impacto sobre la percepción de la gente en situaciones sociales (Baron, 1988).
El Gusto
El gusto se refiere sólo a las percepciones que resultan del contacto de sustancias con los receptores especiales en la boca. En psicología, el gusto se refiere a una porción muy, limitada de las percepciones involucradas en el uso cotidiano de la palabra gusto.
El receptor primario para los estímulos del gusto recibe el nombre de corpúsculo gustativo. Se localizan por toda la boca –mejillas, paladar y garganta–, principalmente en la lengua. Los corpúsculos gustativos se localizan en forma de pequeñas protuberancias sobre la lengua y son consideradas como papilas.
Las puntas de los receptores llegan hasta el orificio de apertura y pueden tocar cualquier molécula de gusto que se encuentre en la saliva que fluye dentro de la fosa. Las puntas de los receptores del gusto son microvellosidades, y la apertura del corpúsculo gustativo es el poro gustativo. El promedio de vida de las células de los corpúsculos gustativos es de sólo unos diez días.
Las investigaciones no han sido contundentes al identificar las diferencias y características quimiosensitivas de las células receptoras porque se ha descubierto que algunas papilas responden a dos, tres e incluso cuatro sabores, sin que pueda argumentarse que existe una especialización marcada.
El Tacto
Es el equipo sensorial más grande que tiene el ser humano. Los sentidos de la piel informan si un objeto sofocante cubre la cara, protegen del daño cuando se siente dolor; además, defienden de temperaturas extremadamente elevadas o bajas. Otros sentidos relacionados como son el cinestésico y el vestibular, indican si se está de pie erguido o inclinado, en dónde se encuentran las partes del cuerpo y en qué relación.
El tipo de piel delgada, es la que cubre gran parte del cuerpo y contiene pelos, notables o invisibles. Otra clase, llamada piel gruesa, se encuentra en las plantas de los pies, las palmas de las manos, y en las superficies lisas de los dedos; carece de folículos pilosos. La piel gruesa es parecida a la delgada, salvo que su superficie es más gruesa y tiene una mezcla de receptores, complejidad que probablemente se relaciona con la destinación exploratoria de las partes donde está presente.
La piel se divide en tres partes: la epidermis, o capa externa, que tiene muchas capas de células de la piel que se descaman y mueren; la dermis, que es la capa que reemplaza con células nuevas a las que se descaman. Estas células nuevas se mueven hacia la superficie y toman el lugar de las células epidérmicas conforme estas se eliminan. Bajo la dermis se encuentra el tejido subcutáneo, que contiene tejido conectivo y grasa.
La piel también contiene una gran cantidad de venas, arterias, glándulas sudoríparas, folículos pilosos y receptores. Nuestro sentido del tacto surge de la estimulación de diferentes tipos de receptores: Meissner –responsable del tacto como tal, caricias y toques suaves–; Paccini –sensación de presión–; Krausse –sensación de frío–; Ruffini –sensación de calor–; Terminales libres –información de dolor–.
3. La Sensación
Transducción
La transducción se entiende como cualquier operación que transforma magnitudes de determinado tipo en otras distintas, proporcionales a las anteriores. En el caso de los sistemas sensoriales, la transducción se lleva a cabo a través de una serie de pasos mecánicos, como en el caso del oído, del tacto y de los sistemas musculares y cinestésicos. Por otra parte, en la visión, intervienen procesos fotoquímicos entre el contacto del receptor con el estímulo y la generación de los impulsos.
En la visión, el proceso completo de transducción va desde la absorción de la energía lumínica por las sustancias fotoquímicas contenidas en los receptores, hasta la emisión de los impulsos eléctricos. Los procesos de transducción en los receptores sensibles a la energía mecánica que están situados en la piel, en las coyunturas, en los músculos y en los oídos, implican la conversión de la distorsión o del movimiento de los receptores, en energía eléctrica. Las ondas sonoras turban el fluido endolinfático del oído interno. La onda al atravesar la endolinfa hace que las células pilosas se inclinen o vibren y de ese modo provoquen cargas eléctricas en las fibras que van de la célula al nervio auditivo.
El caso de la lengua y el olfato es aún más complejo y aún persisten algunas lagunas sobre la secuencia de su funcionamiento. En el caso del sentido del olfato, recientemente se ha sugerido que el tamaño, forma y carga eléctrica de las moléculas gaseosas que se introducen en la cavidad nasal son de importancia fundamental en la transducción de la energía. En la página siguiente se presenta un cuadro resumen de los principales receptores y el tipo de información que transducen.
Cuadro 3.1: Tipos de receptores de acuerdo a la clase de estímulo que transducen.
Tipo de receptor
Estímulos efectivos
Ejemplos
Mecanorreceptores
Tacto, presión,
gravedad, ondas, movimiento y posición del cuerpo, detección de la contracción muscular, alargamiento del tendón, detección de mvto. de ligamentos, ondas de presión –sonido–, aceleración angular.
Receptores táctiles, propiorreceptores, huso muscular, órganos de Golgi de los tendones, receptores articulares, laberinto del oído, canales semicirculares, caracol.
Quimiorreceptores
Compuestos químicos específicos.
Papilas gustativas, epitelio olfatorio.
Termorreceptores
Calor.
Terminales nerviosas y receptores de la piel (corpúsculos de Ruffini y Krausse)
Fotorreceptores
Retina (conos y bastones)
Energía lumínica.
Umbrales sensoriales
Umbrales absolutos. Son los valores de magnitud mínima del estímulo, que son necesarios para su detección. Si la magnitud del estímulo es demasiado débil, no produce una respuesta de detección, se dice que la magnitud del estímulo es subumbral o sublimal; al contrario, los que superan el umbral, se denominan supraumbrales o supraliminales.
Cuadro 3.2.1 Valores aproximados de umbral de detección
Modalidad sensorial
Umbral de detección
Luz
La flama de una vela vista a 48 kilómetros (30 millas) en una noche oscura y sin nubes.
Sonido
El tictac de un reloj de pulso en condiciones de silencio a siete metros (20 pies).
Gusto
5 ml. de azúcar en 7.6 litros de agua.
Olfato
Una gota de perfume difundida en todo el volumen de un apartamento de tres habitaciones.
Tacto
El ala de una abeja que cae sobre su mejilla desde una distancia de un centímetro.
Umbrales Diferenciales. El umbral diferencial o limen de diferencia, es la medida de la diferencia mínima entre dos estímulos que es posible detectar. A igual que en el umbral absoluto, el umbral diferencial es un concepto estadístico de validez cuestionable en cierto grado. La medida psicológica relacionada con el umbral de diferencial, es la medida de la estimulación de que la magnitud de dos estímulos es perceptualmente igual: se le llama punto de igualdad subjetiva (PIS).
Percepción subliminal. Se trata de la percepción de mensajes de los cuales no se es consciente. Muchos estudios demuestran que si se nos expone a estímulos o mensajes de tan corta duración que no los podemos captar conscientemente, estos pueden afectar nuestros pensamientos o emociones. Por ejemplo, dibujos o fotografías de escenas desagradables expuestas a altas velocidades provocan sensación de ansiedad.
Los ejemplos de estímulos subliminales que se emplean en publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan en mayor medida estos estímulos son los de bebidas alcohólicas y tabaco. Los estímulos más usuales consisten en palabras o dibujos que aluden a asuntos sexuales o de muerte normalmente escondidos en el anuncio. Los mensajes subliminales de contenido sexual acostumbran a incluir, con frecuencia, órganos sexuales y circunstancias prohibidas como la infidelidad y la promiscuidad. Los estímulos relacionados con la muerte suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas degolladas y miembros amputados. La explicación que los psicoanalistas suelen dar ante la utilización de estos estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o fuma, como efecto de frustraciones o fracasos no superados, buscando acelerar su autodestrucción.
Existen hasta ahora, infinidad de aplicaciones de los mensajes subliminales, más allá de la publicidad. El cine los ha utilizado –en películas como “El Exorcista” se comprobó que se usaban para desencadenar agudas respuestas emocionales en los espectadores–, la publicidad política, la evitación de robos en supermercados –a través de música ambiental con mensajes de “no robes”, “si robas irás a la cárcel”, etc.–, para atrapar criminales a través de mensajes subliminales en prensa y radio –alertando a los ciudadanos–, y una de las aplicaciones más abiertas y comercializadas es a través de los mensajes subliminales terapéuticos, con invitaciones positivas de autoayuda y superación.
Adaptación Sensorial
Es una acomodación en la capacidad sensorial subsecuente a una exposición prolongada a un estímulo o serie de estímulos. Los términos adaptación perceptiva sensorial y pos–efecto perceptivo se refieren a procedimientos diferentes para poner de manifiesto el proceso. Se dice que hay adaptación, cuando los juicios sobre un estímulo particular cambian en el tiempo; el pos–efecto se refiere a los cambios que sufre el juicio sobre un estímulo, como efecto del contacto del observador con un estímulo inmediatamente antes del juicio.
Atención Selectiva
La atención se entiende como la concentración de la actividad mental. En el ámbito de la percepción, la atención se enfatiza en el enfoque de integración de las características, desarrollado por Anne Treisman y sus colaboradores (1986).
La primera etapa de este modelo, del procesamiento previo a la atención, incluye el registro automático de las características, utilizando un procesamiento paralelo –aquel que permite que todos los objetivos sean procesados simultáneamente– por campo visual. La segunda etapa, la atención enfocada, incluye la identificación de objetos por medio del procesamiento seriado –procesamiento de los objetivos, uno por uno–.
La teoría de integración de características sugiere que cuando la atención está sobrecargada o distraída, las características pueden combinarse de manera no apropiada en la percepción; a una combinación inapropiada se le denomina conjunción ilusoria. Cuando las circunstancias nos impiden mirar un objeto con atención, mezclamos las características haciendo un intento por percibir el objeto.
4. La Percepción
Principios gestálticos de organización
Organización perceptual. La teoría de la Gestalt postula que percibimos los objetos como “todos” bien organizados, más que como partes separadas y asiladas. No vemos pequeños fragmentos desarreglados al abrir nuestros ojos para ver el mundo. Vemos grandes regiones con formas y patrones bien definidos. El “todo” que vemos es algo más estructurado y coherente que un grupo de fragmentos aislados; la forma es más que la simple unión de los fragmentos –se asume como el principio de la sinergia en la Teoría General de los Sistemas, que postula que el “todo” es mayor que la suma de sus partes y que las partes individualmente no explican la conducta del “todo” o sistema–.
Los tres psicólogos que más se asocian con la teoría de la Gestalt son: Max Wertheimer (1923), Kurt Koffka (1935) y Wolfang Köhler (1947). Éstos investigaron tres áreas: las leyes de agrupación, la “bondad” de las figuras –Ley de Prägnanz– y las relaciones entre figura y fondo. No obstante ciertas limitaciones en la teoría, sus planteamientos siguen teniendo vigencia en la explicación de la percepción de las formas.
Relación figura–fondo. Las partes de un diseño se organizan con respecto a una figura y sobre un fondo. Cuando dos áreas comparten un límite común, la figura es la forma distintiva con bordes claramente definidos. El fondo es lo que sobra, lo que está por detrás..
Edgar Rubin (1915 – 1958), psicólogo danés, fue uno de los primeros en intentar poner en claro lo que constituye la figura, en oposición al fondo. Llegó a cuatro conclusiones acerca de la figura y el fondo:
La figura tiene una forma definida, mientras que el fondo parece no tenerla. La figura es una “cosa”, mientras que el fondo es sólo una sustancia.
El fondo parece continuar detrás de la figura.
La figura parece que está más cercana a nosotros, con la localización clara en el espacio. Por el contrario, el fondo se encuentra más alejado y no tiene una localización bien definida, simplemente está en algún sitio en la parte posterior.
La figura es dominante y nos impresiona más que el fondo; se recuerda mejor y se asocia con una mayor número de formas. Según Rubin, la figura parece dominar el estado de conciencia. Por otro laso, el fondo parece formar parte del espacio general.
Leyes de Agrupación. Dentro de la perspectiva gestáltica, estas leyes constituyen un intento por identificar las claves más relevantes de la visión de objetos en conjuntos:
Ley de la similitud: determina que los objetos similares tienden a ser percibidos como una unidad.
Ley de la proximidad: establece que los objetos contiguos tienden a ser vistos como una unidad.
Ley de las regiones comunes o del destino común: cuando los objetos se mueven en la misma dirección, los vemos como una unidad.
Ley de la buena continuación: postula que los objetos que se encuentran arreglados en una línea recta o una curva tienden a ser vistos como una unidad.
Ley del cierre: establece que cuando una figura tiene una hendidura, nos inclinamos a verla como una figura completa y cerrada.
Ley de la simplicidad: cuando se observa un patrón, se percibe de la forma más básica y directa que nos es posible.
Constancias Perceptuales
Una constancia perceptual ocurre cuando percibimos un estímulo distal como permanente en esencia, a pesar de los cambios en el estímulo proximal –retiniano–.
Constancia de Tamaño. Esta constancia significa que un objeto parece siempre del mismo tamaño a pesar de los cambios en su tamaño retiniano. El tamaño proximal de un objeto puede encogerse y expandirse, mientras que su tamaño distal parece que sigue siendo el mismo. El tamaño de la imagen de un objeto sobre la retina puede sufrir cambios considerables con la variación de la distancia a que se halla el objeto del observador, pero los cambios en el tamaño pasan inadvertidos en condiciones de observación normal.
Un factor importante respecto del tamaño percibido de un objeto, en condiciones de observación normal, es que éste no depende en exclusiva del tamaño de la imagen que proyecta sobre la retina. A lo largo de una significativa variedad de distancias, el tamaño percibido es un tanto independiente del tamaño retinal. El hecho de que el tamaño percibido no varíe con el tamaño retinal se debe a la operación de la constancia de tamaño.
Constancia de Forma. Esta significa que un objeto parece conservar la misma forma a pesar de los cambios en su orientación. En realidad, la forma proximal de un objeto es la misma que la distal, sólo si el objeto está exactamente perpendicular a la línea de visión. En todos los demás casos, la forma proximal está distorsionada.
La memoria de la forma de un objeto parece estar implicada en la constancia (Hochberg, 1971). Debido a que sabemos que por ejemplo un disco compacto es redondo, aun cuando se vea con cierta inclinación que podría estar produciendo una elipse sobre la retina. También se admite que la constancia de forma se puede deber a un fenómeno parecido al razonamiento en el que tanto la forma como la profundidad del objeto se combinan, y así, cuando un disco compacto está inclinado y lejos del observador, éste infiere que su forma verdadera no ha cambiado.
Ilusiones
Ilusiones de Tamaño. Existen varias ilusiones que involucran longitud o distancias. Entre ellas se cuentan la de Müller–Lyer, en la que dos líneas horizontales tienen la misma longitud, pero en apariencia una se percibe más larga que la otra.
Algunas variantes se han utilizado para probar el mismo efecto ¿Cuál línea es más larga?:
Otras ilusiones de la longitud de la línea son el paralelogramo de Sander y la llamada ilusión horizontal–vertical, la ilusión de Ponzo y la ilusión del espacio ocupado y abierto.
De acuerdo con la teoría de la constancia mal aplicada, los observadores interpretan ciertos indicios en la ilusión como claves para mantener la constancia de tamaño. Por ende, hacen juicios de longitud basándose en la constancia de tamaño, y en una línea que se ve más alejada será juzgada como más larga. Ésta teoría argumenta que la gente es sensible a los indicios de distancia en las ilusiones, porque ha tenido experiencias como las de líneas que convergen. Entonces, de acuerdo a este punto de vista, la experiencia es un factor crucial, y quienes tienen menos experiencia deberían ser menos engañados por la ilusión.
Ilusiones de Área y Forma. Anteriormente se han considerado las ilusiones que implican la distancia lineal o la distancia entre dos puntos, es decir, una única dimensión. Otro tipo de ilusiones implican el área o dos dimensiones y dependen en gran medida del contexto que las envuelve. Como en el caso de las ilusiones de distancia, la presencia de elementos inductores incide en una mala percepción.
Algunos ejemplos de este tipo de ilusiones son la de la habitación de Ames, la ilusión del margen que se puede apreciar en la hoja en la que está escrito este texto; probablemente el lector pensará que la margen representa una pequeña parte del área de la página, pero en realidad constituye algo así como un tercio ésta. Otra ilusión de gran importancia es la de la Luna, que demuestra la necesidad de poseer información de distancia para percibir el tamaño de un objeto y las serias limitaciones que tiene el sistema perceptual para dimensionar la lejanía de un objeto celeste por la dificultad para relacionar esa información de distancia, que en realidad no existe en nuestro esquema perceptivo.
Patrón
Prototipos y plantillas. Antes de comenzar a explicar el funcionamiento de los esquemas de prototipos y plantillas, vale la pena diferenciar estas dos categorías:
Prototipos: representaciones almacenadas en la memoria de diversos objetos o estímulos del entorno.
Plantilla: patrones específicos almacenados en la memoria para diversos estímulos visuales que encontramos.
En primera instancia, de acuerdo a la teoría de la igualación de plantillas, tenemos varias plantillas o patrones específicos, almacenados en la memoria. Por ejemplo, al observar una letra resolvemos si se asemeja a una de nuestras plantillas. Si ocurre, reconocemos la letra; si no, buscamos otra. La idea de que cada patrón encaja en un molde tiene algo de lógico, pero funcionalmente es inflexible y desventajosa porque necesitaríamos memorizar todas las variantes de la misma categoría de un estímulo, lo que haría el proceso más lento y por ende, más ineficiente.
En contraposición aparece la teoría de la igualación del prototipo, la cual propone que almacenamos patrones abstractos, en la memoria. Cuando vemos un objeto en particular, lo comparamos con un prototipo, o esquema ideal. Si se asemeja al prototipo, reconocemos el patrón. De no ocurrir, lo comparamos con otros prototipos hasta que encontremos uno con el que concuerde. Este es un punto de vista muy flexible porque el prototipo es un patrón general, inespecífico y en consecuencia, modificable. Esto podemos apreciarlo en el siguiente de ejemplo:
S S S S S s s s S S S
El empleo de ejemplos previos de variantes de un mismo estímulo facilita la tarea de reconocimiento. De ahí que cuando pequeños se nos enseñe la forma más simple del estímulo y en la medida que avanzamos en nuestro proceso de aprendizaje, logramos distinguir las demás alternativas que se nos presenten, casi sin ser conscientes de ello.
Aproximaciones a la percepción de formas y patrones. Se distinguen dos modos de procesamiento de la información: uno de arriba abajo–arriba, dirigido por la información; y de arriba–abajo, dirigido por conceptos.
Los procesos de abajo–arriba dependen de la llegada de información de los receptores sensoriales; se reconocen las características de bajo nivel, simples, y la combinación de estas características permite reconocer formas completas, más complejas.
En los procesos de arriba–abajo, gracias al conocimiento que tenemos del mundo, reconocemos formas complejas. El contexto, las expectativas, el conocimiento y la memoria orientan el proceso de conocimiento. El reconocimiento del todo permite identificar los elementos más simples que se encuentran presentes.
Percepción de la distancia
Claves monoculares. La mayoría de las fuentes de información de distancia son monoculares. Los factores monoculares requieren de un solo ojo para proporcionar la información de la distancia. Algunas de ellas –no requieren de movimientos del objeto ni del observador– son:
Claves de altura: –o de elevación–, se refieren a la observación de que los objetos que se encuentran cerca del horizonte parece que están más alejados de nosotros que los objetos que están lejos. Por ejemplo, si se observa la siguiente figura, se notará que el cuerpo que aparece más cerca del horizonte es el que se percibe como más lejano.
Claves de tamaño: se refieren a la influencia del tamaño de un objeto sobre el cálculo de la distancia. Si dos objetos similares se presentan juntos, el objeto que ocupa más espacio sobre la retina es juzgado como más cercano.
Gradiente de textura: se refiere al hecho de que la textura de las superficies se hace más densa conforme aumenta la distancia, si los estamos viendo con cierta inclinación.
Perspectiva atmosférica: –o aérea– designa la observación de que los objetos distantes suelen aparecer borrosos y azulados, a diferencia de los cercanos. Esto se debe a que el aire entre el observador y el objeto no es del todo claro. Empleamos la perspectiva atmosférica como una escala informal para juzgar la distancia de lugares alejados, además, adquirimos la escala propia de la región donde vivimos. La gente que vive en áreas húmedas y quienes viven en ciudades con atmósferas contaminadas, desarrollan una escala que no funciona en las zonas montañosas y despejadas, por ejemplo.
Claves Binoculares. Dos factores binoculares contribuyen a la percepción de la profundidad de objetos cercanos: la convergencia y la desigualdad binocular.
Convergencia: los ojos convergen o se juntan para ver objetos cercanos. La información de convergencia no es útil para juzgar objetos distantes; por ejemplo, el grado de convergencia no varía notoriamente si se observa un objeto a ocho kilómetros de distancia y luego se pasa a mirar uno que se encuentra a siete, por el contrario, el grado de convergencia se altera notoriamente si se mira un objeto a ocho kilómetros y luego se mira uno que está a quince centímetros. La convergencia puede, en ocasiones, servir como un indicio de profundidad, siempre que no haya otras claves más precisas para lograrlo.
Disparidad binocular o retiniana: es el segundo factor de profundidad que utiliza información de ambos ojos. Los ojos tienen en promedio una separación de siete centímetros que garantiza que tendrán una visión levemente diferente de los objetos cercanos que se encuentran a distancias diferentes. Este es el fenómenos de la disparidad binocular. Su importancia radica en el hecho de que proporciona la información necesaria para juzgar la profundidad binocularmente –esteropsia–. De cualquier modo cabe hacer una salvedad en la disparidad binocular: si las imágenes son muy diferentes, no pueden fusionarse en una sola, lo que se conoce como rivalidad binocular, lo que conduce a que la imagen de un ojo se suprima parcialmente y la otra se perciba por completo.
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
Diversas investigaciones han demostrado que algunos factores básicos de la percepción son biológicos y en la mayoría de los casos cumplen funciones adaptativas. Otros estudios han demostrado que la percepción es el resultado, en gran medida, de la ampliación y/o readaptación de las capacidades perceptivas innatas. No obstante, son más los estudios que han arrojado datos ambiguos y poco representativos.
La percepción presenta una evidente flexibilidad, dado que puede ser modificada por nuestra experiencia. En este sentido juegan un papel muy importante los criterios de aprendizaje discriminativo –condicionamiento clásico y operante–. Por ejemplo, la sensación que tenemos de un perfume es la misma, siempre y cuando, nuestro olfato opere uniformemente, es decir, que no sufra alteraciones funcionales de alguna consideración. Pero si ese perfume se asocia a situaciones o impresiones particulares, con una importante carga emocional o cognitiva, es probable que adquiera otro significado en términos de la percepción que se tenga del mismo.
En conclusión, y a esta altura de la discusión, lo único que se puede decir es que tanto la herencia como el ambiente–aprendizaje, juegan papeles determinantes en la forma como percibimos el “todo” que nos rodea. Lo que sigue en adelante es considerar la medida en que dichas influencias operan para jugar con nuestra capacidad de juicio sobre los estímulos que procesamos.
6. Percepción Extrasensorial
La percepción extrasensorial (ó PES) se entiende como el tipo de percepción que no requiere de los sentidos ordinarios. Consiste en varios tipos de fenómenos de transferencia de energía e información que no es explicable a través de mecanismos físicos o biológicos conocidos. Entre estos fenómenos se cuentan:
Telepatía: “lectura” de mente a mente, conocida también como transmisión de pensamiento.
Clarividencia: visión de cosas ocultas o lejanas en el espacio y que no estimulan directamente los órganos sensoriales.
Precognición: conocimiento anticipado de la ocurrencia de un hecho en el futuro; si se refiere a pueblos enteros o a conglomerados de personas, se llama profecía.
Psicocinesis –ó psicoquinesis–: capacidad de la mente para influir sobre la materia, esto es, sin valerse de ninguna clase de artilugio físico conocido para llevar a cabo alguna transformación en un objeto –doblar cucharas, levitación, arrastrar objetos con el pensamiento, etc.–
Son varias las limitaciones en torno la discusión de si existe o no la PES, y el fenómeno ha aportado conclusiones contundentes como para asegurar que sea verdad. Por un lado, persisten las limitaciones de verificabilidad y replicabilidad en las investigaciones; no siempre las pruebas ofrecen los mismos resultados, y es difícil repetir o verificar los factores en condiciones cambiantes. A esto se suma el hecho de que las explicaciones se limitan a eventualidades bioquímicas que no explican la ocurrencia de estos fenómenos y a las creencias de los investigadores que pueden llegar a sesgar los estudios.
No obstante, nuestro conocimiento del mundo es aún limitado y poco a poco se progresa en la formulación de nuevas teorías físicas que amplían nuestra consideración de la realidad. Aunque los psicólogos son escépticos frente este tipo de fenómenos; tal vez, sin saberlo, nuestra habilidad mental que permanece oculta, evoluciona conforme lo hace nuestro cerebro y quien sabe, tal vez alguna vez podamos trascender a las limitaciones del tiempo y el espacio a través de nuestro pensamiento… sentados en una cómoda silla de nuestra casa…
7. Referencia Bibliográfica
BARON, Robert. Psicología. México: Prentice Hall, 1996. P. 131 – 133, 135 – 138.
DAY, R. H.. Psicología de la Percepción Humana. México D. F.: Ed. Limusa–Wiley, 1973. 227 p.
FELDMAN, Robert. Psicología. México D.F.: Mc Graw Hill, 1999. 646 p.
GIOVETTI, Paola. Los fenómenos paranormales. Santafé de Bogotá: Ediciones Paulinas, 1992. 192
MATLIN, Margaret W., y FOLEY, Hugh J.. Sensación y Percepción. México D. F.: Prentice Hall, 1996. 554 p.
Moix queraltó, Jenny, “Mensajes que no llegan a la consciencia” [en línea]. 18 de mayo de 2000. En línea
SCHIFFMAN, Harvey Richard. La Percepción Sensorial. México D. F.: Limusa, 1983. 453 p.
Sensación y percepción
Indice
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
2. Los órganos de los sentidos
3. La Sensación
4. La Percepción
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
6. Percepción Extrasensorial
7. Referencia Bibliográfica
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
Sensación
La sensación se refiere a experiencias inmediatas básicas, generadas por estímulos aislados simples (Matlin y Foley 1996). La sensación también se define en términos de la respuesta de los órganos de los sentidos frente a un estímulo (Feldman, 1999).
Percepción
La percepción incluye la interpretación de esas sensaciones, dándoles significado y organización (Matlin y Foley 1996). La organización, interpretación, análisis e integración de los estímulos, implica la actividad no sólo de nuestros órganos sensoriales, sino también de nuestro cerebro (Feldman, 1999).
Diferencias Entre Los Conceptos
Cuando un músico ejecuta una nota en el piano, sus características de volumen y tono son sensaciones. Si se escuchan las primeras cuatro notas y se reconoce que forman parte de una tonada en particular, se ha experimentado un proceso perceptivo. Las diferencias entre las categorías de sensación y percepción, no parecen muy claras, máxime si se considera que en ciertos casos un hecho ocurre a la par de otro —como se verá más adelante en esta guía—.
Se acepta generalmente que la sensación precede a la percepción y que esta es una diferencia funcional sencilla; en el proceso sensible se percibe un estímulo, como puede ser la alarma de una puerta, luego se analiza y compara –percepción– la información suministrada por ese estímulo y se resuelve si es necesario asumir una actitud alerta frente algún peligro o si simplemente es cuestión de apagar el dispositivo que accidentalmente accionó la alarma. Todo esto, aunque en esencia parece trivial, constituye el resultado de la acumulación de grandes volúmenes de información que se interrelaciona para llegar a una conclusión.
Percepción y cognición. Este ejemplo nos remite a considerar el otro límite aún más impreciso que existe entre la percepción y la cognición. Ésta última involucra la adquisición, el almacenamiento, la recuperación y el uso del conocimiento. En el ejemplo del músico, luego de la sensación del sonido, se percibe que se trata de notas musicales –sonidos diferenciados y articulados–, pero si esas notas nos llevan inmediatamente a tararear el “Oh libertad”, sabremos que se trata del himno de Antioquia y que debemos ponernos de pie para entonarlo; ahí se produce un proceso cognitivo puesto que se “rescató” una secuencia de recuerdos –himno, símbolo, respeto, ponerse de pie, entonar, etc.– que entrelazados a través de un esquema, influyeron en el despliegue de una conducta.
2. Los órganos de los sentidos
Conceptos, Anatomía Y Fisiología
A continuación se presenta un esbozo general de los órganos de los sentidos, sus partes y funciones. Considerando que en el curso de Neurofisiología se estudiaron con profundidad las principales tareas de transducción e intercomunicación nerviosa, sólo se hará una corta mención de los aspectos más esenciales de cada sentido, a fin de contextualizar los demás temas subsiguientes en esta guía.
La Visión
Sensación consciente producida por la luz, que permite apreciar los objetos y sus cualidades. Se distinguen dos tipos de visión, de acuerdo a las condiciones de luminosidad: escotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la oscuridad; fotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la luz.
Estructura y Función del Ojo. La función del sistema visual es transformar la energía electromagnética del estímulo visual en impulsos nerviosos, proceso que se conoce como transducción –término y proceso extensible a los demás sentidos–.
La forma redonda del globo ocular se mantiene por la presión de líquidos internos sobre la membrana externa blanca, denominada esclerótica. En la parte anterior del globo ocular se encuentra la córnea, membrana transparente que se une con la esclerótica y protuye ligeramente. La luz que proviene del exterior debe enfocare en la superficie posterior del globo ocular, y la córnea inicia este proceso.
Las células de la córnea reciben sus nutrientes y el oxígeno del humor acuoso. Este líquido llena la cámara anterior, que se encuentra inmediatamente detrás de la córnea.
La entrada de luz al ojo es regulada por un anillo de músculos pigmentados llamado iris. La pupila es una abertura en el centro del iris por la que pasa la información luminosa. El iris tiene dos clases de músculos, unos que lo contraen –cierran– y otros que lo dilatan –abren–. Cuando la luz es brillante, el iris se cierra y viceversa. En los humanos, la pupila es redonda, aunque en algunos otros animales puede ser como una línea vertical en la mayoría de casos.
El cristalino es un cuerpo esférico, transparente, localizado exactamente detrás de la pupila. Es ligeramente amarillento y se compone de una capa externa que contiene fibras organizadas como las capas de una cebolla. Luego de que la cornea desvía los rayos luminosos conforme entran al ojo, el cristalino completa esta tarea de enfocar las ondas luminosas sobre los fotorreceptores localizados en la parte posterior del ojo. Dado que el cristalino puede cambiar de forma, enfoca los rayos luminosos tanto de objetos cercanos como alejados por un proceso llamado acomodación.
El músculo ciliar rodea al cristalino y se fija a éste gracias a ligamentos delgados denominados zónulas de Zinn. Cuando se observa un objeto alejado (+6 m.), el músculo ciliar se relaja, lo que ocasiona que el músculo se expanda y jale las zónulas. En este estado el cristalino está estirado a su forma más plana, así que su refracción de la luz que entra al globo ocular se desviará menos. Cuando se observa un objeto cercano, el músculo ciliar se contrae, lo cual permite que el cristalino regrese a su forma natural.
Entre el cristalino y la retina se encuentra un compartimento llamado cámara posterior. La retina es la capa de receptores para la luz, o fotorreceptores, y de células nerviosas, que se localiza en la parte posterior del ojo. Los fotorreceptores –llamados conos y bastones– absorben rayos luminosos y los transforman en información que puede ser transmitida por las neuronas. La fóvea es la porción más delgada de la retina que produce la visión más clara. En el disco óptico, el nervio óptico abandona el ojo. El nervio óptico representa el haz de neuronas que lleva la información que se origina en la retina. El disco óptico carece de fotorreceptores y en consecuencia crea un punto ciego que se puede detectar a través de un sencillo experimento.
La Audición
El oído consta de tres regiones anatómicas: oído externo, oído medio y oído interno. La parte más visible del oído externo es el pabellón auricular; son importantes debido a que incrementan ligeramente la amplitud del sonido e intervienen en cierta medida con la detección de la posición de la fuente sonora. Le sigue el conducto auditivo externo, que se dirige hacia adentro a partir del pabellón auricular y funciona como una caja de resonancia, amplificando sonidos muy débiles. El sonido llega al tímpano, o membrana timpánica, una membrana que vibra en respuesta a las ondas sonoras.
El oído medio es el área que se encuentra después del tímpano. Consta de tres huesecillos u oscículos, que son los más pequeños del cuerpo humano: martillo, yunque y estribo. Estos huesillos aumentan la eficiencia con la cual el sonido es transmitido al oído interno:
La fuerza de las partículas en el aire que golpean la membrana timpánica, es transmitida a una región mucho más pequeña, donde el estribo llega a la ventana oval de la cóclea.
Los tres huesecillos funcionan como una palanca, lo que ofrece una pequeña pero importante ventaja mecánica.
El tímpano tiene una forma parecida a un cono, la cual hace que responda más eficazmente.
Cada oído medio contiene una trompa de Eustaquio, que conecta al oído con la garganta. Las trompas de Eustaquio ayudan a igualar la presión del aire en el sistema auditivo.
El oído interno no existe como estructura individual, es sólo el área donde no hay hueso. La cóclea –ó caracol–, llena de líquido, contiene receptores para los estímulos auditivos. El estribo está adosado directamente a la ventana oval, membrana que cubre una abertura de la cóclea. Cuando el estribo vibra, la ventana oval también lo hace, y produce cambios de presión en el líquido que se encuentra dentro de la cóclea.
El conducto coclear es el más pequeño de los tres canales de la cóclea, alberga a los receptores auditivos y contiene un líquido llamado endolinfa. Cuando el estribo hace que la ventana oval vibre, la vibración es transmitida a la membrana basilar, sobre la cual descansan los receptores auditivos. Esta vibración, a su vez, estimula los receptores auditivos.
El Olfato
En la anatomía de la nariz se observa en primer lugar la cavidad nasal, un espacio vacío que se encuentra por detrás de cada narina. El aire, que contiene los olores, llega a la cavidad nasal a través de dos vías: proveniente de la inhalación o de la garganta –cuando masticamos, bebemos o respiramos por la boca–. En la parte superior de la cavidad nasal se encuentra el epitelio olfatorio, en cuya superficie se encuentran los receptores que captan el olores.
En el olfato y el gusto, a diferencia de los otros órganos de los sentidos, los receptores están en contacto directo con el estímulo. Las células receptoras del olfato son sustituibles (lo que no ocurre en los demás) y cada una funciona cerca de ocho semanas y luego se le reemplaza.
El estímulo potencial para el sistema olfativo tiene que ser una sustancia volátil –aunque esta no es una condición indispensable– o fácilmente vaporizable. Por tanto, los sólidos y los líquidos deben pasar a un estado gaseoso. Las sustancias potencialmente olorosas tienen que ser potencialmente solubles en el agua y en la grasa (lípidos), a fin de penetrar en la película acuosa y en la capa lipoide que cubre a los receptores olfatorios.
Los olores y el comportamiento humano. Los investigadores están especialmente interesados en unas sustancias llamadas feromonas, las cuales actúan como señales químicas en la comunicación con otros miembros de la misma especie; son excretadas por la orina y diversas glándulas sudoríparas. Aún no está claro si las feromonas existen en los humanos; se sabe que la sensibilidad a los olores en los hombres es inferior a la de las mujeres y que las feromonas pueden estar relacionadas con los ciclos menstruales de éstas.
Los efectos de diversas esencias sobre el comportamiento humano pueden no ser tan directos como los encontrados en animales inferiores, pero algunas investigaciones recientes sugieren que las esencias pueden tener cierto impacto sobre la percepción de la gente en situaciones sociales (Baron, 1988).
El Gusto
El gusto se refiere sólo a las percepciones que resultan del contacto de sustancias con los receptores especiales en la boca. En psicología, el gusto se refiere a una porción muy, limitada de las percepciones involucradas en el uso cotidiano de la palabra gusto.
El receptor primario para los estímulos del gusto recibe el nombre de corpúsculo gustativo. Se localizan por toda la boca –mejillas, paladar y garganta–, principalmente en la lengua. Los corpúsculos gustativos se localizan en forma de pequeñas protuberancias sobre la lengua y son consideradas como papilas.
Las puntas de los receptores llegan hasta el orificio de apertura y pueden tocar cualquier molécula de gusto que se encuentre en la saliva que fluye dentro de la fosa. Las puntas de los receptores del gusto son microvellosidades, y la apertura del corpúsculo gustativo es el poro gustativo. El promedio de vida de las células de los corpúsculos gustativos es de sólo unos diez días.
Las investigaciones no han sido contundentes al identificar las diferencias y características quimiosensitivas de las células receptoras porque se ha descubierto que algunas papilas responden a dos, tres e incluso cuatro sabores, sin que pueda argumentarse que existe una especialización marcada.
El Tacto
Es el equipo sensorial más grande que tiene el ser humano. Los sentidos de la piel informan si un objeto sofocante cubre la cara, protegen del daño cuando se siente dolor; además, defienden de temperaturas extremadamente elevadas o bajas. Otros sentidos relacionados como son el cinestésico y el vestibular, indican si se está de pie erguido o inclinado, en dónde se encuentran las partes del cuerpo y en qué relación.
El tipo de piel delgada, es la que cubre gran parte del cuerpo y contiene pelos, notables o invisibles. Otra clase, llamada piel gruesa, se encuentra en las plantas de los pies, las palmas de las manos, y en las superficies lisas de los dedos; carece de folículos pilosos. La piel gruesa es parecida a la delgada, salvo que su superficie es más gruesa y tiene una mezcla de receptores, complejidad que probablemente se relaciona con la destinación exploratoria de las partes donde está presente.
La piel se divide en tres partes: la epidermis, o capa externa, que tiene muchas capas de células de la piel que se descaman y mueren; la dermis, que es la capa que reemplaza con células nuevas a las que se descaman. Estas células nuevas se mueven hacia la superficie y toman el lugar de las células epidérmicas conforme estas se eliminan. Bajo la dermis se encuentra el tejido subcutáneo, que contiene tejido conectivo y grasa.
La piel también contiene una gran cantidad de venas, arterias, glándulas sudoríparas, folículos pilosos y receptores. Nuestro sentido del tacto surge de la estimulación de diferentes tipos de receptores: Meissner –responsable del tacto como tal, caricias y toques suaves–; Paccini –sensación de presión–; Krausse –sensación de frío–; Ruffini –sensación de calor–; Terminales libres –información de dolor–.
3. La Sensación
Transducción
La transducción se entiende como cualquier operación que transforma magnitudes de determinado tipo en otras distintas, proporcionales a las anteriores. En el caso de los sistemas sensoriales, la transducción se lleva a cabo a través de una serie de pasos mecánicos, como en el caso del oído, del tacto y de los sistemas musculares y cinestésicos. Por otra parte, en la visión, intervienen procesos fotoquímicos entre el contacto del receptor con el estímulo y la generación de los impulsos.
En la visión, el proceso completo de transducción va desde la absorción de la energía lumínica por las sustancias fotoquímicas contenidas en los receptores, hasta la emisión de los impulsos eléctricos. Los procesos de transducción en los receptores sensibles a la energía mecánica que están situados en la piel, en las coyunturas, en los músculos y en los oídos, implican la conversión de la distorsión o del movimiento de los receptores, en energía eléctrica. Las ondas sonoras turban el fluido endolinfático del oído interno. La onda al atravesar la endolinfa hace que las células pilosas se inclinen o vibren y de ese modo provoquen cargas eléctricas en las fibras que van de la célula al nervio auditivo.
El caso de la lengua y el olfato es aún más complejo y aún persisten algunas lagunas sobre la secuencia de su funcionamiento. En el caso del sentido del olfato, recientemente se ha sugerido que el tamaño, forma y carga eléctrica de las moléculas gaseosas que se introducen en la cavidad nasal son de importancia fundamental en la transducción de la energía. En la página siguiente se presenta un cuadro resumen de los principales receptores y el tipo de información que transducen.
Cuadro 3.1: Tipos de receptores de acuerdo a la clase de estímulo que transducen.
Tipo de receptor
Estímulos efectivos
Ejemplos
Mecanorreceptores
Tacto, presión,
gravedad, ondas, movimiento y posición del cuerpo, detección de la contracción muscular, alargamiento del tendón, detección de mvto. de ligamentos, ondas de presión –sonido–, aceleración angular.
Receptores táctiles, propiorreceptores, huso muscular, órganos de Golgi de los tendones, receptores articulares, laberinto del oído, canales semicirculares, caracol.
Quimiorreceptores
Compuestos químicos específicos.
Papilas gustativas, epitelio olfatorio.
Termorreceptores
Calor.
Terminales nerviosas y receptores de la piel (corpúsculos de Ruffini y Krausse)
Fotorreceptores
Retina (conos y bastones)
Energía lumínica.
Umbrales sensoriales
Umbrales absolutos. Son los valores de magnitud mínima del estímulo, que son necesarios para su detección. Si la magnitud del estímulo es demasiado débil, no produce una respuesta de detección, se dice que la magnitud del estímulo es subumbral o sublimal; al contrario, los que superan el umbral, se denominan supraumbrales o supraliminales.
Cuadro 3.2.1 Valores aproximados de umbral de detección
Modalidad sensorial
Umbral de detección
Luz
La flama de una vela vista a 48 kilómetros (30 millas) en una noche oscura y sin nubes.
Sonido
El tictac de un reloj de pulso en condiciones de silencio a siete metros (20 pies).
Gusto
5 ml. de azúcar en 7.6 litros de agua.
Olfato
Una gota de perfume difundida en todo el volumen de un apartamento de tres habitaciones.
Tacto
El ala de una abeja que cae sobre su mejilla desde una distancia de un centímetro.
Umbrales Diferenciales. El umbral diferencial o limen de diferencia, es la medida de la diferencia mínima entre dos estímulos que es posible detectar. A igual que en el umbral absoluto, el umbral diferencial es un concepto estadístico de validez cuestionable en cierto grado. La medida psicológica relacionada con el umbral de diferencial, es la medida de la estimulación de que la magnitud de dos estímulos es perceptualmente igual: se le llama punto de igualdad subjetiva (PIS).
Percepción subliminal. Se trata de la percepción de mensajes de los cuales no se es consciente. Muchos estudios demuestran que si se nos expone a estímulos o mensajes de tan corta duración que no los podemos captar conscientemente, estos pueden afectar nuestros pensamientos o emociones. Por ejemplo, dibujos o fotografías de escenas desagradables expuestas a altas velocidades provocan sensación de ansiedad.
Los ejemplos de estímulos subliminales que se emplean en publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan en mayor medida estos estímulos son los de bebidas alcohólicas y tabaco. Los estímulos más usuales consisten en palabras o dibujos que aluden a asuntos sexuales o de muerte normalmente escondidos en el anuncio. Los mensajes subliminales de contenido sexual acostumbran a incluir, con frecuencia, órganos sexuales y circunstancias prohibidas como la infidelidad y la promiscuidad. Los estímulos relacionados con la muerte suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas degolladas y miembros amputados. La explicación que los psicoanalistas suelen dar ante la utilización de estos estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o fuma, como efecto de frustraciones o fracasos no superados, buscando acelerar su autodestrucción.
Existen hasta ahora, infinidad de aplicaciones de los mensajes subliminales, más allá de la publicidad. El cine los ha utilizado –en películas como “El Exorcista” se comprobó que se usaban para desencadenar agudas respuestas emocionales en los espectadores–, la publicidad política, la evitación de robos en supermercados –a través de música ambiental con mensajes de “no robes”, “si robas irás a la cárcel”, etc.–, para atrapar criminales a través de mensajes subliminales en prensa y radio –alertando a los ciudadanos–, y una de las aplicaciones más abiertas y comercializadas es a través de los mensajes subliminales terapéuticos, con invitaciones positivas de autoayuda y superación.
Adaptación Sensorial
Es una acomodación en la capacidad sensorial subsecuente a una exposición prolongada a un estímulo o serie de estímulos. Los términos adaptación perceptiva sensorial y pos–efecto perceptivo se refieren a procedimientos diferentes para poner de manifiesto el proceso. Se dice que hay adaptación, cuando los juicios sobre un estímulo particular cambian en el tiempo; el pos–efecto se refiere a los cambios que sufre el juicio sobre un estímulo, como efecto del contacto del observador con un estímulo inmediatamente antes del juicio.
Atención Selectiva
La atención se entiende como la concentración de la actividad mental. En el ámbito de la percepción, la atención se enfatiza en el enfoque de integración de las características, desarrollado por Anne Treisman y sus colaboradores (1986).
La primera etapa de este modelo, del procesamiento previo a la atención, incluye el registro automático de las características, utilizando un procesamiento paralelo –aquel que permite que todos los objetivos sean procesados simultáneamente– por campo visual. La segunda etapa, la atención enfocada, incluye la identificación de objetos por medio del procesamiento seriado –procesamiento de los objetivos, uno por uno–.
La teoría de integración de características sugiere que cuando la atención está sobrecargada o distraída, las características pueden combinarse de manera no apropiada en la percepción; a una combinación inapropiada se le denomina conjunción ilusoria. Cuando las circunstancias nos impiden mirar un objeto con atención, mezclamos las características haciendo un intento por percibir el objeto.
4. La Percepción
Principios gestálticos de organización
Organización perceptual. La teoría de la Gestalt postula que percibimos los objetos como “todos” bien organizados, más que como partes separadas y asiladas. No vemos pequeños fragmentos desarreglados al abrir nuestros ojos para ver el mundo. Vemos grandes regiones con formas y patrones bien definidos. El “todo” que vemos es algo más estructurado y coherente que un grupo de fragmentos aislados; la forma es más que la simple unión de los fragmentos –se asume como el principio de la sinergia en la Teoría General de los Sistemas, que postula que el “todo” es mayor que la suma de sus partes y que las partes individualmente no explican la conducta del “todo” o sistema–.
Los tres psicólogos que más se asocian con la teoría de la Gestalt son: Max Wertheimer (1923), Kurt Koffka (1935) y Wolfang Köhler (1947). Éstos investigaron tres áreas: las leyes de agrupación, la “bondad” de las figuras –Ley de Prägnanz– y las relaciones entre figura y fondo. No obstante ciertas limitaciones en la teoría, sus planteamientos siguen teniendo vigencia en la explicación de la percepción de las formas.
Relación figura–fondo. Las partes de un diseño se organizan con respecto a una figura y sobre un fondo. Cuando dos áreas comparten un límite común, la figura es la forma distintiva con bordes claramente definidos. El fondo es lo que sobra, lo que está por detrás..
Edgar Rubin (1915 – 1958), psicólogo danés, fue uno de los primeros en intentar poner en claro lo que constituye la figura, en oposición al fondo. Llegó a cuatro conclusiones acerca de la figura y el fondo:
La figura tiene una forma definida, mientras que el fondo parece no tenerla. La figura es una “cosa”, mientras que el fondo es sólo una sustancia.
El fondo parece continuar detrás de la figura.
La figura parece que está más cercana a nosotros, con la localización clara en el espacio. Por el contrario, el fondo se encuentra más alejado y no tiene una localización bien definida, simplemente está en algún sitio en la parte posterior.
La figura es dominante y nos impresiona más que el fondo; se recuerda mejor y se asocia con una mayor número de formas. Según Rubin, la figura parece dominar el estado de conciencia. Por otro laso, el fondo parece formar parte del espacio general.
Leyes de Agrupación. Dentro de la perspectiva gestáltica, estas leyes constituyen un intento por identificar las claves más relevantes de la visión de objetos en conjuntos:
Ley de la similitud: determina que los objetos similares tienden a ser percibidos como una unidad.
Ley de la proximidad: establece que los objetos contiguos tienden a ser vistos como una unidad.
Ley de las regiones comunes o del destino común: cuando los objetos se mueven en la misma dirección, los vemos como una unidad.
Ley de la buena continuación: postula que los objetos que se encuentran arreglados en una línea recta o una curva tienden a ser vistos como una unidad.
Ley del cierre: establece que cuando una figura tiene una hendidura, nos inclinamos a verla como una figura completa y cerrada.
Ley de la simplicidad: cuando se observa un patrón, se percibe de la forma más básica y directa que nos es posible.
Constancias Perceptuales
Una constancia perceptual ocurre cuando percibimos un estímulo distal como permanente en esencia, a pesar de los cambios en el estímulo proximal –retiniano–.
Constancia de Tamaño. Esta constancia significa que un objeto parece siempre del mismo tamaño a pesar de los cambios en su tamaño retiniano. El tamaño proximal de un objeto puede encogerse y expandirse, mientras que su tamaño distal parece que sigue siendo el mismo. El tamaño de la imagen de un objeto sobre la retina puede sufrir cambios considerables con la variación de la distancia a que se halla el objeto del observador, pero los cambios en el tamaño pasan inadvertidos en condiciones de observación normal.
Un factor importante respecto del tamaño percibido de un objeto, en condiciones de observación normal, es que éste no depende en exclusiva del tamaño de la imagen que proyecta sobre la retina. A lo largo de una significativa variedad de distancias, el tamaño percibido es un tanto independiente del tamaño retinal. El hecho de que el tamaño percibido no varíe con el tamaño retinal se debe a la operación de la constancia de tamaño.
Constancia de Forma. Esta significa que un objeto parece conservar la misma forma a pesar de los cambios en su orientación. En realidad, la forma proximal de un objeto es la misma que la distal, sólo si el objeto está exactamente perpendicular a la línea de visión. En todos los demás casos, la forma proximal está distorsionada.
La memoria de la forma de un objeto parece estar implicada en la constancia (Hochberg, 1971). Debido a que sabemos que por ejemplo un disco compacto es redondo, aun cuando se vea con cierta inclinación que podría estar produciendo una elipse sobre la retina. También se admite que la constancia de forma se puede deber a un fenómeno parecido al razonamiento en el que tanto la forma como la profundidad del objeto se combinan, y así, cuando un disco compacto está inclinado y lejos del observador, éste infiere que su forma verdadera no ha cambiado.
Ilusiones
Ilusiones de Tamaño. Existen varias ilusiones que involucran longitud o distancias. Entre ellas se cuentan la de Müller–Lyer, en la que dos líneas horizontales tienen la misma longitud, pero en apariencia una se percibe más larga que la otra.
Algunas variantes se han utilizado para probar el mismo efecto ¿Cuál línea es más larga?:
Otras ilusiones de la longitud de la línea son el paralelogramo de Sander y la llamada ilusión horizontal–vertical, la ilusión de Ponzo y la ilusión del espacio ocupado y abierto.
De acuerdo con la teoría de la constancia mal aplicada, los observadores interpretan ciertos indicios en la ilusión como claves para mantener la constancia de tamaño. Por ende, hacen juicios de longitud basándose en la constancia de tamaño, y en una línea que se ve más alejada será juzgada como más larga. Ésta teoría argumenta que la gente es sensible a los indicios de distancia en las ilusiones, porque ha tenido experiencias como las de líneas que convergen. Entonces, de acuerdo a este punto de vista, la experiencia es un factor crucial, y quienes tienen menos experiencia deberían ser menos engañados por la ilusión.
Ilusiones de Área y Forma. Anteriormente se han considerado las ilusiones que implican la distancia lineal o la distancia entre dos puntos, es decir, una única dimensión. Otro tipo de ilusiones implican el área o dos dimensiones y dependen en gran medida del contexto que las envuelve. Como en el caso de las ilusiones de distancia, la presencia de elementos inductores incide en una mala percepción.
Algunos ejemplos de este tipo de ilusiones son la de la habitación de Ames, la ilusión del margen que se puede apreciar en la hoja en la que está escrito este texto; probablemente el lector pensará que la margen representa una pequeña parte del área de la página, pero en realidad constituye algo así como un tercio ésta. Otra ilusión de gran importancia es la de la Luna, que demuestra la necesidad de poseer información de distancia para percibir el tamaño de un objeto y las serias limitaciones que tiene el sistema perceptual para dimensionar la lejanía de un objeto celeste por la dificultad para relacionar esa información de distancia, que en realidad no existe en nuestro esquema perceptivo.
Patrón
Prototipos y plantillas. Antes de comenzar a explicar el funcionamiento de los esquemas de prototipos y plantillas, vale la pena diferenciar estas dos categorías:
Prototipos: representaciones almacenadas en la memoria de diversos objetos o estímulos del entorno.
Plantilla: patrones específicos almacenados en la memoria para diversos estímulos visuales que encontramos.
En primera instancia, de acuerdo a la teoría de la igualación de plantillas, tenemos varias plantillas o patrones específicos, almacenados en la memoria. Por ejemplo, al observar una letra resolvemos si se asemeja a una de nuestras plantillas. Si ocurre, reconocemos la letra; si no, buscamos otra. La idea de que cada patrón encaja en un molde tiene algo de lógico, pero funcionalmente es inflexible y desventajosa porque necesitaríamos memorizar todas las variantes de la misma categoría de un estímulo, lo que haría el proceso más lento y por ende, más ineficiente.
En contraposición aparece la teoría de la igualación del prototipo, la cual propone que almacenamos patrones abstractos, en la memoria. Cuando vemos un objeto en particular, lo comparamos con un prototipo, o esquema ideal. Si se asemeja al prototipo, reconocemos el patrón. De no ocurrir, lo comparamos con otros prototipos hasta que encontremos uno con el que concuerde. Este es un punto de vista muy flexible porque el prototipo es un patrón general, inespecífico y en consecuencia, modificable. Esto podemos apreciarlo en el siguiente de ejemplo:
S S S S S s s s S S S
El empleo de ejemplos previos de variantes de un mismo estímulo facilita la tarea de reconocimiento. De ahí que cuando pequeños se nos enseñe la forma más simple del estímulo y en la medida que avanzamos en nuestro proceso de aprendizaje, logramos distinguir las demás alternativas que se nos presenten, casi sin ser conscientes de ello.
Aproximaciones a la percepción de formas y patrones. Se distinguen dos modos de procesamiento de la información: uno de arriba abajo–arriba, dirigido por la información; y de arriba–abajo, dirigido por conceptos.
Los procesos de abajo–arriba dependen de la llegada de información de los receptores sensoriales; se reconocen las características de bajo nivel, simples, y la combinación de estas características permite reconocer formas completas, más complejas.
En los procesos de arriba–abajo, gracias al conocimiento que tenemos del mundo, reconocemos formas complejas. El contexto, las expectativas, el conocimiento y la memoria orientan el proceso de conocimiento. El reconocimiento del todo permite identificar los elementos más simples que se encuentran presentes.
Percepción de la distancia
Claves monoculares. La mayoría de las fuentes de información de distancia son monoculares. Los factores monoculares requieren de un solo ojo para proporcionar la información de la distancia. Algunas de ellas –no requieren de movimientos del objeto ni del observador– son:
Claves de altura: –o de elevación–, se refieren a la observación de que los objetos que se encuentran cerca del horizonte parece que están más alejados de nosotros que los objetos que están lejos. Por ejemplo, si se observa la siguiente figura, se notará que el cuerpo que aparece más cerca del horizonte es el que se percibe como más lejano.
Claves de tamaño: se refieren a la influencia del tamaño de un objeto sobre el cálculo de la distancia. Si dos objetos similares se presentan juntos, el objeto que ocupa más espacio sobre la retina es juzgado como más cercano.
Gradiente de textura: se refiere al hecho de que la textura de las superficies se hace más densa conforme aumenta la distancia, si los estamos viendo con cierta inclinación.
Perspectiva atmosférica: –o aérea– designa la observación de que los objetos distantes suelen aparecer borrosos y azulados, a diferencia de los cercanos. Esto se debe a que el aire entre el observador y el objeto no es del todo claro. Empleamos la perspectiva atmosférica como una escala informal para juzgar la distancia de lugares alejados, además, adquirimos la escala propia de la región donde vivimos. La gente que vive en áreas húmedas y quienes viven en ciudades con atmósferas contaminadas, desarrollan una escala que no funciona en las zonas montañosas y despejadas, por ejemplo.
Claves Binoculares. Dos factores binoculares contribuyen a la percepción de la profundidad de objetos cercanos: la convergencia y la desigualdad binocular.
Convergencia: los ojos convergen o se juntan para ver objetos cercanos. La información de convergencia no es útil para juzgar objetos distantes; por ejemplo, el grado de convergencia no varía notoriamente si se observa un objeto a ocho kilómetros de distancia y luego se pasa a mirar uno que se encuentra a siete, por el contrario, el grado de convergencia se altera notoriamente si se mira un objeto a ocho kilómetros y luego se mira uno que está a quince centímetros. La convergencia puede, en ocasiones, servir como un indicio de profundidad, siempre que no haya otras claves más precisas para lograrlo.
Disparidad binocular o retiniana: es el segundo factor de profundidad que utiliza información de ambos ojos. Los ojos tienen en promedio una separación de siete centímetros que garantiza que tendrán una visión levemente diferente de los objetos cercanos que se encuentran a distancias diferentes. Este es el fenómenos de la disparidad binocular. Su importancia radica en el hecho de que proporciona la información necesaria para juzgar la profundidad binocularmente –esteropsia–. De cualquier modo cabe hacer una salvedad en la disparidad binocular: si las imágenes son muy diferentes, no pueden fusionarse en una sola, lo que se conoce como rivalidad binocular, lo que conduce a que la imagen de un ojo se suprima parcialmente y la otra se perciba por completo.
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
Diversas investigaciones han demostrado que algunos factores básicos de la percepción son biológicos y en la mayoría de los casos cumplen funciones adaptativas. Otros estudios han demostrado que la percepción es el resultado, en gran medida, de la ampliación y/o readaptación de las capacidades perceptivas innatas. No obstante, son más los estudios que han arrojado datos ambiguos y poco representativos.
La percepción presenta una evidente flexibilidad, dado que puede ser modificada por nuestra experiencia. En este sentido juegan un papel muy importante los criterios de aprendizaje discriminativo –condicionamiento clásico y operante–. Por ejemplo, la sensación que tenemos de un perfume es la misma, siempre y cuando, nuestro olfato opere uniformemente, es decir, que no sufra alteraciones funcionales de alguna consideración. Pero si ese perfume se asocia a situaciones o impresiones particulares, con una importante carga emocional o cognitiva, es probable que adquiera otro significado en términos de la percepción que se tenga del mismo.
En conclusión, y a esta altura de la discusión, lo único que se puede decir es que tanto la herencia como el ambiente–aprendizaje, juegan papeles determinantes en la forma como percibimos el “todo” que nos rodea. Lo que sigue en adelante es considerar la medida en que dichas influencias operan para jugar con nuestra capacidad de juicio sobre los estímulos que procesamos.
6. Percepción Extrasensorial
La percepción extrasensorial (ó PES) se entiende como el tipo de percepción que no requiere de los sentidos ordinarios. Consiste en varios tipos de fenómenos de transferencia de energía e información que no es explicable a través de mecanismos físicos o biológicos conocidos. Entre estos fenómenos se cuentan:
Telepatía: “lectura” de mente a mente, conocida también como transmisión de pensamiento.
Clarividencia: visión de cosas ocultas o lejanas en el espacio y que no estimulan directamente los órganos sensoriales.
Precognición: conocimiento anticipado de la ocurrencia de un hecho en el futuro; si se refiere a pueblos enteros o a conglomerados de personas, se llama profecía.
Psicocinesis –ó psicoquinesis–: capacidad de la mente para influir sobre la materia, esto es, sin valerse de ninguna clase de artilugio físico conocido para llevar a cabo alguna transformación en un objeto –doblar cucharas, levitación, arrastrar objetos con el pensamiento, etc.–
Son varias las limitaciones en torno la discusión de si existe o no la PES, y el fenómeno ha aportado conclusiones contundentes como para asegurar que sea verdad. Por un lado, persisten las limitaciones de verificabilidad y replicabilidad en las investigaciones; no siempre las pruebas ofrecen los mismos resultados, y es difícil repetir o verificar los factores en condiciones cambiantes. A esto se suma el hecho de que las explicaciones se limitan a eventualidades bioquímicas que no explican la ocurrencia de estos fenómenos y a las creencias de los investigadores que pueden llegar a sesgar los estudios.
No obstante, nuestro conocimiento del mundo es aún limitado y poco a poco se progresa en la formulación de nuevas teorías físicas que amplían nuestra consideración de la realidad. Aunque los psicólogos son escépticos frente este tipo de fenómenos; tal vez, sin saberlo, nuestra habilidad mental que permanece oculta, evoluciona conforme lo hace nuestro cerebro y quien sabe, tal vez alguna vez podamos trascender a las limitaciones del tiempo y el espacio a través de nuestro pensamiento… sentados en una cómoda silla de nuestra casa…
7. Referencia Bibliográfica
BARON, Robert. Psicología. México: Prentice Hall, 1996. P. 131 – 133, 135 – 138.
DAY, R. H.. Psicología de la Percepción Humana. México D. F.: Ed. Limusa–Wiley, 1973. 227 p.
FELDMAN, Robert. Psicología. México D.F.: Mc Graw Hill, 1999. 646 p.
GIOVETTI, Paola. Los fenómenos paranormales. Santafé de Bogotá: Ediciones Paulinas, 1992. 192
MATLIN, Margaret W., y FOLEY, Hugh J.. Sensación y Percepción. México D. F.: Prentice Hall, 1996. 554 p.
Moix queraltó, Jenny, “Mensajes que no llegan a la consciencia” [en línea]. 18 de mayo de 2000. En línea (Consulta: 18 de mayo de 2000)
SCHIFFMAN, Harvey Richard. La Percepción Sensorial. México D. F.: Limusa, 1983. 453 p.
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
2. Los órganos de los sentidos
3. La Sensación
4. La Percepción
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
6. Percepción Extrasensorial
7. Referencia Bibliográfica
1. Definición y diferencias entre sensación y percepción
Sensación
La sensación se refiere a experiencias inmediatas básicas, generadas por estímulos aislados simples (Matlin y Foley 1996). La sensación también se define en términos de la respuesta de los órganos de los sentidos frente a un estímulo (Feldman, 1999).
Percepción
La percepción incluye la interpretación de esas sensaciones, dándoles significado y organización (Matlin y Foley 1996). La organización, interpretación, análisis e integración de los estímulos, implica la actividad no sólo de nuestros órganos sensoriales, sino también de nuestro cerebro (Feldman, 1999).
Diferencias Entre Los Conceptos
Cuando un músico ejecuta una nota en el piano, sus características de volumen y tono son sensaciones. Si se escuchan las primeras cuatro notas y se reconoce que forman parte de una tonada en particular, se ha experimentado un proceso perceptivo. Las diferencias entre las categorías de sensación y percepción, no parecen muy claras, máxime si se considera que en ciertos casos un hecho ocurre a la par de otro —como se verá más adelante en esta guía—.
Se acepta generalmente que la sensación precede a la percepción y que esta es una diferencia funcional sencilla; en el proceso sensible se percibe un estímulo, como puede ser la alarma de una puerta, luego se analiza y compara –percepción– la información suministrada por ese estímulo y se resuelve si es necesario asumir una actitud alerta frente algún peligro o si simplemente es cuestión de apagar el dispositivo que accidentalmente accionó la alarma. Todo esto, aunque en esencia parece trivial, constituye el resultado de la acumulación de grandes volúmenes de información que se interrelaciona para llegar a una conclusión.
Percepción y cognición. Este ejemplo nos remite a considerar el otro límite aún más impreciso que existe entre la percepción y la cognición. Ésta última involucra la adquisición, el almacenamiento, la recuperación y el uso del conocimiento. En el ejemplo del músico, luego de la sensación del sonido, se percibe que se trata de notas musicales –sonidos diferenciados y articulados–, pero si esas notas nos llevan inmediatamente a tararear el “Oh libertad”, sabremos que se trata del himno de Antioquia y que debemos ponernos de pie para entonarlo; ahí se produce un proceso cognitivo puesto que se “rescató” una secuencia de recuerdos –himno, símbolo, respeto, ponerse de pie, entonar, etc.– que entrelazados a través de un esquema, influyeron en el despliegue de una conducta.
2. Los órganos de los sentidos
Conceptos, Anatomía Y Fisiología
A continuación se presenta un esbozo general de los órganos de los sentidos, sus partes y funciones. Considerando que en el curso de Neurofisiología se estudiaron con profundidad las principales tareas de transducción e intercomunicación nerviosa, sólo se hará una corta mención de los aspectos más esenciales de cada sentido, a fin de contextualizar los demás temas subsiguientes en esta guía.
La Visión
Sensación consciente producida por la luz, que permite apreciar los objetos y sus cualidades. Se distinguen dos tipos de visión, de acuerdo a las condiciones de luminosidad: escotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la oscuridad; fotópica, la que se percibe cuando el ojo está acostumbrado a la luz.
Estructura y Función del Ojo. La función del sistema visual es transformar la energía electromagnética del estímulo visual en impulsos nerviosos, proceso que se conoce como transducción –término y proceso extensible a los demás sentidos–.
La forma redonda del globo ocular se mantiene por la presión de líquidos internos sobre la membrana externa blanca, denominada esclerótica. En la parte anterior del globo ocular se encuentra la córnea, membrana transparente que se une con la esclerótica y protuye ligeramente. La luz que proviene del exterior debe enfocare en la superficie posterior del globo ocular, y la córnea inicia este proceso.
Las células de la córnea reciben sus nutrientes y el oxígeno del humor acuoso. Este líquido llena la cámara anterior, que se encuentra inmediatamente detrás de la córnea.
La entrada de luz al ojo es regulada por un anillo de músculos pigmentados llamado iris. La pupila es una abertura en el centro del iris por la que pasa la información luminosa. El iris tiene dos clases de músculos, unos que lo contraen –cierran– y otros que lo dilatan –abren–. Cuando la luz es brillante, el iris se cierra y viceversa. En los humanos, la pupila es redonda, aunque en algunos otros animales puede ser como una línea vertical en la mayoría de casos.
El cristalino es un cuerpo esférico, transparente, localizado exactamente detrás de la pupila. Es ligeramente amarillento y se compone de una capa externa que contiene fibras organizadas como las capas de una cebolla. Luego de que la cornea desvía los rayos luminosos conforme entran al ojo, el cristalino completa esta tarea de enfocar las ondas luminosas sobre los fotorreceptores localizados en la parte posterior del ojo. Dado que el cristalino puede cambiar de forma, enfoca los rayos luminosos tanto de objetos cercanos como alejados por un proceso llamado acomodación.
El músculo ciliar rodea al cristalino y se fija a éste gracias a ligamentos delgados denominados zónulas de Zinn. Cuando se observa un objeto alejado (+6 m.), el músculo ciliar se relaja, lo que ocasiona que el músculo se expanda y jale las zónulas. En este estado el cristalino está estirado a su forma más plana, así que su refracción de la luz que entra al globo ocular se desviará menos. Cuando se observa un objeto cercano, el músculo ciliar se contrae, lo cual permite que el cristalino regrese a su forma natural.
Entre el cristalino y la retina se encuentra un compartimento llamado cámara posterior. La retina es la capa de receptores para la luz, o fotorreceptores, y de células nerviosas, que se localiza en la parte posterior del ojo. Los fotorreceptores –llamados conos y bastones– absorben rayos luminosos y los transforman en información que puede ser transmitida por las neuronas. La fóvea es la porción más delgada de la retina que produce la visión más clara. En el disco óptico, el nervio óptico abandona el ojo. El nervio óptico representa el haz de neuronas que lleva la información que se origina en la retina. El disco óptico carece de fotorreceptores y en consecuencia crea un punto ciego que se puede detectar a través de un sencillo experimento.
La Audición
El oído consta de tres regiones anatómicas: oído externo, oído medio y oído interno. La parte más visible del oído externo es el pabellón auricular; son importantes debido a que incrementan ligeramente la amplitud del sonido e intervienen en cierta medida con la detección de la posición de la fuente sonora. Le sigue el conducto auditivo externo, que se dirige hacia adentro a partir del pabellón auricular y funciona como una caja de resonancia, amplificando sonidos muy débiles. El sonido llega al tímpano, o membrana timpánica, una membrana que vibra en respuesta a las ondas sonoras.
El oído medio es el área que se encuentra después del tímpano. Consta de tres huesecillos u oscículos, que son los más pequeños del cuerpo humano: martillo, yunque y estribo. Estos huesillos aumentan la eficiencia con la cual el sonido es transmitido al oído interno:
La fuerza de las partículas en el aire que golpean la membrana timpánica, es transmitida a una región mucho más pequeña, donde el estribo llega a la ventana oval de la cóclea.
Los tres huesecillos funcionan como una palanca, lo que ofrece una pequeña pero importante ventaja mecánica.
El tímpano tiene una forma parecida a un cono, la cual hace que responda más eficazmente.
Cada oído medio contiene una trompa de Eustaquio, que conecta al oído con la garganta. Las trompas de Eustaquio ayudan a igualar la presión del aire en el sistema auditivo.
El oído interno no existe como estructura individual, es sólo el área donde no hay hueso. La cóclea –ó caracol–, llena de líquido, contiene receptores para los estímulos auditivos. El estribo está adosado directamente a la ventana oval, membrana que cubre una abertura de la cóclea. Cuando el estribo vibra, la ventana oval también lo hace, y produce cambios de presión en el líquido que se encuentra dentro de la cóclea.
El conducto coclear es el más pequeño de los tres canales de la cóclea, alberga a los receptores auditivos y contiene un líquido llamado endolinfa. Cuando el estribo hace que la ventana oval vibre, la vibración es transmitida a la membrana basilar, sobre la cual descansan los receptores auditivos. Esta vibración, a su vez, estimula los receptores auditivos.
El Olfato
En la anatomía de la nariz se observa en primer lugar la cavidad nasal, un espacio vacío que se encuentra por detrás de cada narina. El aire, que contiene los olores, llega a la cavidad nasal a través de dos vías: proveniente de la inhalación o de la garganta –cuando masticamos, bebemos o respiramos por la boca–. En la parte superior de la cavidad nasal se encuentra el epitelio olfatorio, en cuya superficie se encuentran los receptores que captan el olores.
En el olfato y el gusto, a diferencia de los otros órganos de los sentidos, los receptores están en contacto directo con el estímulo. Las células receptoras del olfato son sustituibles (lo que no ocurre en los demás) y cada una funciona cerca de ocho semanas y luego se le reemplaza.
El estímulo potencial para el sistema olfativo tiene que ser una sustancia volátil –aunque esta no es una condición indispensable– o fácilmente vaporizable. Por tanto, los sólidos y los líquidos deben pasar a un estado gaseoso. Las sustancias potencialmente olorosas tienen que ser potencialmente solubles en el agua y en la grasa (lípidos), a fin de penetrar en la película acuosa y en la capa lipoide que cubre a los receptores olfatorios.
Los olores y el comportamiento humano. Los investigadores están especialmente interesados en unas sustancias llamadas feromonas, las cuales actúan como señales químicas en la comunicación con otros miembros de la misma especie; son excretadas por la orina y diversas glándulas sudoríparas. Aún no está claro si las feromonas existen en los humanos; se sabe que la sensibilidad a los olores en los hombres es inferior a la de las mujeres y que las feromonas pueden estar relacionadas con los ciclos menstruales de éstas.
Los efectos de diversas esencias sobre el comportamiento humano pueden no ser tan directos como los encontrados en animales inferiores, pero algunas investigaciones recientes sugieren que las esencias pueden tener cierto impacto sobre la percepción de la gente en situaciones sociales (Baron, 1988).
El Gusto
El gusto se refiere sólo a las percepciones que resultan del contacto de sustancias con los receptores especiales en la boca. En psicología, el gusto se refiere a una porción muy, limitada de las percepciones involucradas en el uso cotidiano de la palabra gusto.
El receptor primario para los estímulos del gusto recibe el nombre de corpúsculo gustativo. Se localizan por toda la boca –mejillas, paladar y garganta–, principalmente en la lengua. Los corpúsculos gustativos se localizan en forma de pequeñas protuberancias sobre la lengua y son consideradas como papilas.
Las puntas de los receptores llegan hasta el orificio de apertura y pueden tocar cualquier molécula de gusto que se encuentre en la saliva que fluye dentro de la fosa. Las puntas de los receptores del gusto son microvellosidades, y la apertura del corpúsculo gustativo es el poro gustativo. El promedio de vida de las células de los corpúsculos gustativos es de sólo unos diez días.
Las investigaciones no han sido contundentes al identificar las diferencias y características quimiosensitivas de las células receptoras porque se ha descubierto que algunas papilas responden a dos, tres e incluso cuatro sabores, sin que pueda argumentarse que existe una especialización marcada.
El Tacto
Es el equipo sensorial más grande que tiene el ser humano. Los sentidos de la piel informan si un objeto sofocante cubre la cara, protegen del daño cuando se siente dolor; además, defienden de temperaturas extremadamente elevadas o bajas. Otros sentidos relacionados como son el cinestésico y el vestibular, indican si se está de pie erguido o inclinado, en dónde se encuentran las partes del cuerpo y en qué relación.
El tipo de piel delgada, es la que cubre gran parte del cuerpo y contiene pelos, notables o invisibles. Otra clase, llamada piel gruesa, se encuentra en las plantas de los pies, las palmas de las manos, y en las superficies lisas de los dedos; carece de folículos pilosos. La piel gruesa es parecida a la delgada, salvo que su superficie es más gruesa y tiene una mezcla de receptores, complejidad que probablemente se relaciona con la destinación exploratoria de las partes donde está presente.
La piel se divide en tres partes: la epidermis, o capa externa, que tiene muchas capas de células de la piel que se descaman y mueren; la dermis, que es la capa que reemplaza con células nuevas a las que se descaman. Estas células nuevas se mueven hacia la superficie y toman el lugar de las células epidérmicas conforme estas se eliminan. Bajo la dermis se encuentra el tejido subcutáneo, que contiene tejido conectivo y grasa.
La piel también contiene una gran cantidad de venas, arterias, glándulas sudoríparas, folículos pilosos y receptores. Nuestro sentido del tacto surge de la estimulación de diferentes tipos de receptores: Meissner –responsable del tacto como tal, caricias y toques suaves–; Paccini –sensación de presión–; Krausse –sensación de frío–; Ruffini –sensación de calor–; Terminales libres –información de dolor–.
3. La Sensación
Transducción
La transducción se entiende como cualquier operación que transforma magnitudes de determinado tipo en otras distintas, proporcionales a las anteriores. En el caso de los sistemas sensoriales, la transducción se lleva a cabo a través de una serie de pasos mecánicos, como en el caso del oído, del tacto y de los sistemas musculares y cinestésicos. Por otra parte, en la visión, intervienen procesos fotoquímicos entre el contacto del receptor con el estímulo y la generación de los impulsos.
En la visión, el proceso completo de transducción va desde la absorción de la energía lumínica por las sustancias fotoquímicas contenidas en los receptores, hasta la emisión de los impulsos eléctricos. Los procesos de transducción en los receptores sensibles a la energía mecánica que están situados en la piel, en las coyunturas, en los músculos y en los oídos, implican la conversión de la distorsión o del movimiento de los receptores, en energía eléctrica. Las ondas sonoras turban el fluido endolinfático del oído interno. La onda al atravesar la endolinfa hace que las células pilosas se inclinen o vibren y de ese modo provoquen cargas eléctricas en las fibras que van de la célula al nervio auditivo.
El caso de la lengua y el olfato es aún más complejo y aún persisten algunas lagunas sobre la secuencia de su funcionamiento. En el caso del sentido del olfato, recientemente se ha sugerido que el tamaño, forma y carga eléctrica de las moléculas gaseosas que se introducen en la cavidad nasal son de importancia fundamental en la transducción de la energía. En la página siguiente se presenta un cuadro resumen de los principales receptores y el tipo de información que transducen.
Cuadro 3.1: Tipos de receptores de acuerdo a la clase de estímulo que transducen.
Tipo de receptor
Estímulos efectivos
Ejemplos
Mecanorreceptores
Tacto, presión,
gravedad, ondas, movimiento y posición del cuerpo, detección de la contracción muscular, alargamiento del tendón, detección de mvto. de ligamentos, ondas de presión –sonido–, aceleración angular.
Receptores táctiles, propiorreceptores, huso muscular, órganos de Golgi de los tendones, receptores articulares, laberinto del oído, canales semicirculares, caracol.
Quimiorreceptores
Compuestos químicos específicos.
Papilas gustativas, epitelio olfatorio.
Termorreceptores
Calor.
Terminales nerviosas y receptores de la piel (corpúsculos de Ruffini y Krausse)
Fotorreceptores
Retina (conos y bastones)
Energía lumínica.
Umbrales sensoriales
Umbrales absolutos. Son los valores de magnitud mínima del estímulo, que son necesarios para su detección. Si la magnitud del estímulo es demasiado débil, no produce una respuesta de detección, se dice que la magnitud del estímulo es subumbral o sublimal; al contrario, los que superan el umbral, se denominan supraumbrales o supraliminales.
Cuadro 3.2.1 Valores aproximados de umbral de detección
Modalidad sensorial
Umbral de detección
Luz
La flama de una vela vista a 48 kilómetros (30 millas) en una noche oscura y sin nubes.
Sonido
El tictac de un reloj de pulso en condiciones de silencio a siete metros (20 pies).
Gusto
5 ml. de azúcar en 7.6 litros de agua.
Olfato
Una gota de perfume difundida en todo el volumen de un apartamento de tres habitaciones.
Tacto
El ala de una abeja que cae sobre su mejilla desde una distancia de un centímetro.
Umbrales Diferenciales. El umbral diferencial o limen de diferencia, es la medida de la diferencia mínima entre dos estímulos que es posible detectar. A igual que en el umbral absoluto, el umbral diferencial es un concepto estadístico de validez cuestionable en cierto grado. La medida psicológica relacionada con el umbral de diferencial, es la medida de la estimulación de que la magnitud de dos estímulos es perceptualmente igual: se le llama punto de igualdad subjetiva (PIS).
Percepción subliminal. Se trata de la percepción de mensajes de los cuales no se es consciente. Muchos estudios demuestran que si se nos expone a estímulos o mensajes de tan corta duración que no los podemos captar conscientemente, estos pueden afectar nuestros pensamientos o emociones. Por ejemplo, dibujos o fotografías de escenas desagradables expuestas a altas velocidades provocan sensación de ansiedad.
Los ejemplos de estímulos subliminales que se emplean en publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan en mayor medida estos estímulos son los de bebidas alcohólicas y tabaco. Los estímulos más usuales consisten en palabras o dibujos que aluden a asuntos sexuales o de muerte normalmente escondidos en el anuncio. Los mensajes subliminales de contenido sexual acostumbran a incluir, con frecuencia, órganos sexuales y circunstancias prohibidas como la infidelidad y la promiscuidad. Los estímulos relacionados con la muerte suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas degolladas y miembros amputados. La explicación que los psicoanalistas suelen dar ante la utilización de estos estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o fuma, como efecto de frustraciones o fracasos no superados, buscando acelerar su autodestrucción.
Existen hasta ahora, infinidad de aplicaciones de los mensajes subliminales, más allá de la publicidad. El cine los ha utilizado –en películas como “El Exorcista” se comprobó que se usaban para desencadenar agudas respuestas emocionales en los espectadores–, la publicidad política, la evitación de robos en supermercados –a través de música ambiental con mensajes de “no robes”, “si robas irás a la cárcel”, etc.–, para atrapar criminales a través de mensajes subliminales en prensa y radio –alertando a los ciudadanos–, y una de las aplicaciones más abiertas y comercializadas es a través de los mensajes subliminales terapéuticos, con invitaciones positivas de autoayuda y superación.
Adaptación Sensorial
Es una acomodación en la capacidad sensorial subsecuente a una exposición prolongada a un estímulo o serie de estímulos. Los términos adaptación perceptiva sensorial y pos–efecto perceptivo se refieren a procedimientos diferentes para poner de manifiesto el proceso. Se dice que hay adaptación, cuando los juicios sobre un estímulo particular cambian en el tiempo; el pos–efecto se refiere a los cambios que sufre el juicio sobre un estímulo, como efecto del contacto del observador con un estímulo inmediatamente antes del juicio.
Atención Selectiva
La atención se entiende como la concentración de la actividad mental. En el ámbito de la percepción, la atención se enfatiza en el enfoque de integración de las características, desarrollado por Anne Treisman y sus colaboradores (1986).
La primera etapa de este modelo, del procesamiento previo a la atención, incluye el registro automático de las características, utilizando un procesamiento paralelo –aquel que permite que todos los objetivos sean procesados simultáneamente– por campo visual. La segunda etapa, la atención enfocada, incluye la identificación de objetos por medio del procesamiento seriado –procesamiento de los objetivos, uno por uno–.
La teoría de integración de características sugiere que cuando la atención está sobrecargada o distraída, las características pueden combinarse de manera no apropiada en la percepción; a una combinación inapropiada se le denomina conjunción ilusoria. Cuando las circunstancias nos impiden mirar un objeto con atención, mezclamos las características haciendo un intento por percibir el objeto.
4. La Percepción
Principios gestálticos de organización
Organización perceptual. La teoría de la Gestalt postula que percibimos los objetos como “todos” bien organizados, más que como partes separadas y asiladas. No vemos pequeños fragmentos desarreglados al abrir nuestros ojos para ver el mundo. Vemos grandes regiones con formas y patrones bien definidos. El “todo” que vemos es algo más estructurado y coherente que un grupo de fragmentos aislados; la forma es más que la simple unión de los fragmentos –se asume como el principio de la sinergia en la Teoría General de los Sistemas, que postula que el “todo” es mayor que la suma de sus partes y que las partes individualmente no explican la conducta del “todo” o sistema–.
Los tres psicólogos que más se asocian con la teoría de la Gestalt son: Max Wertheimer (1923), Kurt Koffka (1935) y Wolfang Köhler (1947). Éstos investigaron tres áreas: las leyes de agrupación, la “bondad” de las figuras –Ley de Prägnanz– y las relaciones entre figura y fondo. No obstante ciertas limitaciones en la teoría, sus planteamientos siguen teniendo vigencia en la explicación de la percepción de las formas.
Relación figura–fondo. Las partes de un diseño se organizan con respecto a una figura y sobre un fondo. Cuando dos áreas comparten un límite común, la figura es la forma distintiva con bordes claramente definidos. El fondo es lo que sobra, lo que está por detrás..
Edgar Rubin (1915 – 1958), psicólogo danés, fue uno de los primeros en intentar poner en claro lo que constituye la figura, en oposición al fondo. Llegó a cuatro conclusiones acerca de la figura y el fondo:
La figura tiene una forma definida, mientras que el fondo parece no tenerla. La figura es una “cosa”, mientras que el fondo es sólo una sustancia.
El fondo parece continuar detrás de la figura.
La figura parece que está más cercana a nosotros, con la localización clara en el espacio. Por el contrario, el fondo se encuentra más alejado y no tiene una localización bien definida, simplemente está en algún sitio en la parte posterior.
La figura es dominante y nos impresiona más que el fondo; se recuerda mejor y se asocia con una mayor número de formas. Según Rubin, la figura parece dominar el estado de conciencia. Por otro laso, el fondo parece formar parte del espacio general.
Leyes de Agrupación. Dentro de la perspectiva gestáltica, estas leyes constituyen un intento por identificar las claves más relevantes de la visión de objetos en conjuntos:
Ley de la similitud: determina que los objetos similares tienden a ser percibidos como una unidad.
Ley de la proximidad: establece que los objetos contiguos tienden a ser vistos como una unidad.
Ley de las regiones comunes o del destino común: cuando los objetos se mueven en la misma dirección, los vemos como una unidad.
Ley de la buena continuación: postula que los objetos que se encuentran arreglados en una línea recta o una curva tienden a ser vistos como una unidad.
Ley del cierre: establece que cuando una figura tiene una hendidura, nos inclinamos a verla como una figura completa y cerrada.
Ley de la simplicidad: cuando se observa un patrón, se percibe de la forma más básica y directa que nos es posible.
Constancias Perceptuales
Una constancia perceptual ocurre cuando percibimos un estímulo distal como permanente en esencia, a pesar de los cambios en el estímulo proximal –retiniano–.
Constancia de Tamaño. Esta constancia significa que un objeto parece siempre del mismo tamaño a pesar de los cambios en su tamaño retiniano. El tamaño proximal de un objeto puede encogerse y expandirse, mientras que su tamaño distal parece que sigue siendo el mismo. El tamaño de la imagen de un objeto sobre la retina puede sufrir cambios considerables con la variación de la distancia a que se halla el objeto del observador, pero los cambios en el tamaño pasan inadvertidos en condiciones de observación normal.
Un factor importante respecto del tamaño percibido de un objeto, en condiciones de observación normal, es que éste no depende en exclusiva del tamaño de la imagen que proyecta sobre la retina. A lo largo de una significativa variedad de distancias, el tamaño percibido es un tanto independiente del tamaño retinal. El hecho de que el tamaño percibido no varíe con el tamaño retinal se debe a la operación de la constancia de tamaño.
Constancia de Forma. Esta significa que un objeto parece conservar la misma forma a pesar de los cambios en su orientación. En realidad, la forma proximal de un objeto es la misma que la distal, sólo si el objeto está exactamente perpendicular a la línea de visión. En todos los demás casos, la forma proximal está distorsionada.
La memoria de la forma de un objeto parece estar implicada en la constancia (Hochberg, 1971). Debido a que sabemos que por ejemplo un disco compacto es redondo, aun cuando se vea con cierta inclinación que podría estar produciendo una elipse sobre la retina. También se admite que la constancia de forma se puede deber a un fenómeno parecido al razonamiento en el que tanto la forma como la profundidad del objeto se combinan, y así, cuando un disco compacto está inclinado y lejos del observador, éste infiere que su forma verdadera no ha cambiado.
Ilusiones
Ilusiones de Tamaño. Existen varias ilusiones que involucran longitud o distancias. Entre ellas se cuentan la de Müller–Lyer, en la que dos líneas horizontales tienen la misma longitud, pero en apariencia una se percibe más larga que la otra.
Algunas variantes se han utilizado para probar el mismo efecto ¿Cuál línea es más larga?:
Otras ilusiones de la longitud de la línea son el paralelogramo de Sander y la llamada ilusión horizontal–vertical, la ilusión de Ponzo y la ilusión del espacio ocupado y abierto.
De acuerdo con la teoría de la constancia mal aplicada, los observadores interpretan ciertos indicios en la ilusión como claves para mantener la constancia de tamaño. Por ende, hacen juicios de longitud basándose en la constancia de tamaño, y en una línea que se ve más alejada será juzgada como más larga. Ésta teoría argumenta que la gente es sensible a los indicios de distancia en las ilusiones, porque ha tenido experiencias como las de líneas que convergen. Entonces, de acuerdo a este punto de vista, la experiencia es un factor crucial, y quienes tienen menos experiencia deberían ser menos engañados por la ilusión.
Ilusiones de Área y Forma. Anteriormente se han considerado las ilusiones que implican la distancia lineal o la distancia entre dos puntos, es decir, una única dimensión. Otro tipo de ilusiones implican el área o dos dimensiones y dependen en gran medida del contexto que las envuelve. Como en el caso de las ilusiones de distancia, la presencia de elementos inductores incide en una mala percepción.
Algunos ejemplos de este tipo de ilusiones son la de la habitación de Ames, la ilusión del margen que se puede apreciar en la hoja en la que está escrito este texto; probablemente el lector pensará que la margen representa una pequeña parte del área de la página, pero en realidad constituye algo así como un tercio ésta. Otra ilusión de gran importancia es la de la Luna, que demuestra la necesidad de poseer información de distancia para percibir el tamaño de un objeto y las serias limitaciones que tiene el sistema perceptual para dimensionar la lejanía de un objeto celeste por la dificultad para relacionar esa información de distancia, que en realidad no existe en nuestro esquema perceptivo.
Patrón
Prototipos y plantillas. Antes de comenzar a explicar el funcionamiento de los esquemas de prototipos y plantillas, vale la pena diferenciar estas dos categorías:
Prototipos: representaciones almacenadas en la memoria de diversos objetos o estímulos del entorno.
Plantilla: patrones específicos almacenados en la memoria para diversos estímulos visuales que encontramos.
En primera instancia, de acuerdo a la teoría de la igualación de plantillas, tenemos varias plantillas o patrones específicos, almacenados en la memoria. Por ejemplo, al observar una letra resolvemos si se asemeja a una de nuestras plantillas. Si ocurre, reconocemos la letra; si no, buscamos otra. La idea de que cada patrón encaja en un molde tiene algo de lógico, pero funcionalmente es inflexible y desventajosa porque necesitaríamos memorizar todas las variantes de la misma categoría de un estímulo, lo que haría el proceso más lento y por ende, más ineficiente.
En contraposición aparece la teoría de la igualación del prototipo, la cual propone que almacenamos patrones abstractos, en la memoria. Cuando vemos un objeto en particular, lo comparamos con un prototipo, o esquema ideal. Si se asemeja al prototipo, reconocemos el patrón. De no ocurrir, lo comparamos con otros prototipos hasta que encontremos uno con el que concuerde. Este es un punto de vista muy flexible porque el prototipo es un patrón general, inespecífico y en consecuencia, modificable. Esto podemos apreciarlo en el siguiente de ejemplo:
S S S S S s s s S S S
El empleo de ejemplos previos de variantes de un mismo estímulo facilita la tarea de reconocimiento. De ahí que cuando pequeños se nos enseñe la forma más simple del estímulo y en la medida que avanzamos en nuestro proceso de aprendizaje, logramos distinguir las demás alternativas que se nos presenten, casi sin ser conscientes de ello.
Aproximaciones a la percepción de formas y patrones. Se distinguen dos modos de procesamiento de la información: uno de arriba abajo–arriba, dirigido por la información; y de arriba–abajo, dirigido por conceptos.
Los procesos de abajo–arriba dependen de la llegada de información de los receptores sensoriales; se reconocen las características de bajo nivel, simples, y la combinación de estas características permite reconocer formas completas, más complejas.
En los procesos de arriba–abajo, gracias al conocimiento que tenemos del mundo, reconocemos formas complejas. El contexto, las expectativas, el conocimiento y la memoria orientan el proceso de conocimiento. El reconocimiento del todo permite identificar los elementos más simples que se encuentran presentes.
Percepción de la distancia
Claves monoculares. La mayoría de las fuentes de información de distancia son monoculares. Los factores monoculares requieren de un solo ojo para proporcionar la información de la distancia. Algunas de ellas –no requieren de movimientos del objeto ni del observador– son:
Claves de altura: –o de elevación–, se refieren a la observación de que los objetos que se encuentran cerca del horizonte parece que están más alejados de nosotros que los objetos que están lejos. Por ejemplo, si se observa la siguiente figura, se notará que el cuerpo que aparece más cerca del horizonte es el que se percibe como más lejano.
Claves de tamaño: se refieren a la influencia del tamaño de un objeto sobre el cálculo de la distancia. Si dos objetos similares se presentan juntos, el objeto que ocupa más espacio sobre la retina es juzgado como más cercano.
Gradiente de textura: se refiere al hecho de que la textura de las superficies se hace más densa conforme aumenta la distancia, si los estamos viendo con cierta inclinación.
Perspectiva atmosférica: –o aérea– designa la observación de que los objetos distantes suelen aparecer borrosos y azulados, a diferencia de los cercanos. Esto se debe a que el aire entre el observador y el objeto no es del todo claro. Empleamos la perspectiva atmosférica como una escala informal para juzgar la distancia de lugares alejados, además, adquirimos la escala propia de la región donde vivimos. La gente que vive en áreas húmedas y quienes viven en ciudades con atmósferas contaminadas, desarrollan una escala que no funciona en las zonas montañosas y despejadas, por ejemplo.
Claves Binoculares. Dos factores binoculares contribuyen a la percepción de la profundidad de objetos cercanos: la convergencia y la desigualdad binocular.
Convergencia: los ojos convergen o se juntan para ver objetos cercanos. La información de convergencia no es útil para juzgar objetos distantes; por ejemplo, el grado de convergencia no varía notoriamente si se observa un objeto a ocho kilómetros de distancia y luego se pasa a mirar uno que se encuentra a siete, por el contrario, el grado de convergencia se altera notoriamente si se mira un objeto a ocho kilómetros y luego se mira uno que está a quince centímetros. La convergencia puede, en ocasiones, servir como un indicio de profundidad, siempre que no haya otras claves más precisas para lograrlo.
Disparidad binocular o retiniana: es el segundo factor de profundidad que utiliza información de ambos ojos. Los ojos tienen en promedio una separación de siete centímetros que garantiza que tendrán una visión levemente diferente de los objetos cercanos que se encuentran a distancias diferentes. Este es el fenómenos de la disparidad binocular. Su importancia radica en el hecho de que proporciona la información necesaria para juzgar la profundidad binocularmente –esteropsia–. De cualquier modo cabe hacer una salvedad en la disparidad binocular: si las imágenes son muy diferentes, no pueden fusionarse en una sola, lo que se conoce como rivalidad binocular, lo que conduce a que la imagen de un ojo se suprima parcialmente y la otra se perciba por completo.
5. Percepción ¿aprendida o heredada?
Diversas investigaciones han demostrado que algunos factores básicos de la percepción son biológicos y en la mayoría de los casos cumplen funciones adaptativas. Otros estudios han demostrado que la percepción es el resultado, en gran medida, de la ampliación y/o readaptación de las capacidades perceptivas innatas. No obstante, son más los estudios que han arrojado datos ambiguos y poco representativos.
La percepción presenta una evidente flexibilidad, dado que puede ser modificada por nuestra experiencia. En este sentido juegan un papel muy importante los criterios de aprendizaje discriminativo –condicionamiento clásico y operante–. Por ejemplo, la sensación que tenemos de un perfume es la misma, siempre y cuando, nuestro olfato opere uniformemente, es decir, que no sufra alteraciones funcionales de alguna consideración. Pero si ese perfume se asocia a situaciones o impresiones particulares, con una importante carga emocional o cognitiva, es probable que adquiera otro significado en términos de la percepción que se tenga del mismo.
En conclusión, y a esta altura de la discusión, lo único que se puede decir es que tanto la herencia como el ambiente–aprendizaje, juegan papeles determinantes en la forma como percibimos el “todo” que nos rodea. Lo que sigue en adelante es considerar la medida en que dichas influencias operan para jugar con nuestra capacidad de juicio sobre los estímulos que procesamos.
6. Percepción Extrasensorial
La percepción extrasensorial (ó PES) se entiende como el tipo de percepción que no requiere de los sentidos ordinarios. Consiste en varios tipos de fenómenos de transferencia de energía e información que no es explicable a través de mecanismos físicos o biológicos conocidos. Entre estos fenómenos se cuentan:
Telepatía: “lectura” de mente a mente, conocida también como transmisión de pensamiento.
Clarividencia: visión de cosas ocultas o lejanas en el espacio y que no estimulan directamente los órganos sensoriales.
Precognición: conocimiento anticipado de la ocurrencia de un hecho en el futuro; si se refiere a pueblos enteros o a conglomerados de personas, se llama profecía.
Psicocinesis –ó psicoquinesis–: capacidad de la mente para influir sobre la materia, esto es, sin valerse de ninguna clase de artilugio físico conocido para llevar a cabo alguna transformación en un objeto –doblar cucharas, levitación, arrastrar objetos con el pensamiento, etc.–
Son varias las limitaciones en torno la discusión de si existe o no la PES, y el fenómeno ha aportado conclusiones contundentes como para asegurar que sea verdad. Por un lado, persisten las limitaciones de verificabilidad y replicabilidad en las investigaciones; no siempre las pruebas ofrecen los mismos resultados, y es difícil repetir o verificar los factores en condiciones cambiantes. A esto se suma el hecho de que las explicaciones se limitan a eventualidades bioquímicas que no explican la ocurrencia de estos fenómenos y a las creencias de los investigadores que pueden llegar a sesgar los estudios.
No obstante, nuestro conocimiento del mundo es aún limitado y poco a poco se progresa en la formulación de nuevas teorías físicas que amplían nuestra consideración de la realidad. Aunque los psicólogos son escépticos frente este tipo de fenómenos; tal vez, sin saberlo, nuestra habilidad mental que permanece oculta, evoluciona conforme lo hace nuestro cerebro y quien sabe, tal vez alguna vez podamos trascender a las limitaciones del tiempo y el espacio a través de nuestro pensamiento… sentados en una cómoda silla de nuestra casa…
7. Referencia Bibliográfica
BARON, Robert. Psicología. México: Prentice Hall, 1996. P. 131 – 133, 135 – 138.
DAY, R. H.. Psicología de la Percepción Humana. México D. F.: Ed. Limusa–Wiley, 1973. 227 p.
FELDMAN, Robert. Psicología. México D.F.: Mc Graw Hill, 1999. 646 p.
GIOVETTI, Paola. Los fenómenos paranormales. Santafé de Bogotá: Ediciones Paulinas, 1992. 192
MATLIN, Margaret W., y FOLEY, Hugh J.. Sensación y Percepción. México D. F.: Prentice Hall, 1996. 554 p.
Moix queraltó, Jenny, “Mensajes que no llegan a la consciencia” [en línea]. 18 de mayo de 2000. En línea
SCHIFFMAN, Harvey Richard. La Percepción Sensorial. México D. F.: Limusa, 1983. 453 p.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)